Un militar vinculado a la titular del Senado, Guadalupe Jones, hermana de un cercano colaborador de la vicepresidenta, fue desplazado de su puesto como ayudante de campo del general Carlos Presti después de dos años en el cargo. En la práctica, su rol lo situaba como la mano derecha del general, similar al del secretario general de la Presidencia, según fuentes castrenses. Un jefe militar consultado explicó que esta decisión fue tomada para evitar conflictos con la Casa Rosada, señalando que no quiso “quedar mal” con el Ejecutivo.
A finales de noviembre, Jones no consiguió el pase regular que solía realizarse en ese período, lo que dejó su futuro profesional incierto. Las fuentes apuntaron que su ascenso fue detenido, ya que “todos los destinos están ocupados”, a pesar de que su proyección parecía prometedora. Desde el entorno de la vicepresidenta, si bien reconocieron estar “acostumbrados” a este tipo de situaciones, aclararon que los ascensos militares son responsabilidad del ministro de Defensa o del Ejército.
En el Ministerio de Defensa, bajo la conducción de Luis Petri, restaron importancia a la controversia. Un vocero explicó que Jones cumplió su período de dos años como oficial y que su traslado a otro rol es una decisión del jefe del Ejército. Además, desmintieron que su carrera se hubiera visto afectada por su vinculación con la vicepresidenta.
Esta controversia surge en medio de un clima de tensiones entre el presidente Javier Milei y su vicepresidenta, quien a finales de noviembre expresó diferencias con el mandatario, quien limitó su interacción a temas estrictamente institucionales. La tensión entre ambos continuó, particularmente tras el episodio del senador Edgardo Kueider, detenido en Paraguay. Sin embargo, a mediados de diciembre, la vicepresidenta envió un mensaje conciliatorio, afirmando que no estaba participando de ningún armado político, pero que lo haría cuando el presidente se lo pidiera. Esta situación refleja las fricciones que han existido entre ellos desde la campaña de 2023, especialmente después de que Milei despojara a Villarruel de la influencia sobre las áreas de Seguridad y Defensa. No obstante, la vicepresidenta continuó manteniendo una agenda cercana a las fuerzas armadas y de seguridad durante 2024.
