María Celeste Reynoso, madre de una menor de edad de cuatro años, se encuentra desesperada, ya que asegura que fue estafada con un terreno que le compró a una mujer en el barrio Santa Ana de Rosario de la Frontera.
Manifestó que hace más de cuatro meses, luego de reunir treinta mil pesos, pudo comprar una pieza, la cual fue construida por la Municipalidad para otra mujer de bajos recursos. Esa mujer, que es su prima, fue la que le vendió a Reynoso el terreno con la pieza incluida.
Cabe señalar que no es la primera vez que ocurre este tipo de casos luego de que la Municipalidad entregara alguna pieza o casa para personas de muy bajos recursos, después los propietarios venden o intercambian dichos terrenos sin aval alguno.
Aseguró que quien le vendió la pieza ahora quiere volver a vender el terreno, por eso acudió a Acción Social para pedir ayuda por la situación que está atravesando.
“Yo me vine a vivir acá hace más de tres meses. Mi prima se hizo hacer esta pieza por la Municipalidad pero ella nunca vivió a acá, desde el momento que la terminaron fui yo quien la cuidé viviendo acá, porque ella me lo había pedido”, relató.
“Pasaron las semanas y mi prima me ofreció alquilarme la pieza, se la alquilé unas semanas y después me dijo que quería venderla, ya que ella no pensaba vivir acá”, relató la madre a El Tribuno.
“Me dijo que la vendía en treinta mil pesos o bien que la cambiaba por una moto de 110, como yo no tenía le moto le dije que le iba a dar el dinero”, agregó.
“Finalmente logré reunir el dinero, fui y le pagué. Después de eso me dio muchas vueltas, muchos pretextos y no me quería dar el recibo ni los papeles de la vivienda”, dijo.
Reynoso contó que para poder conseguir esa suma de dinero “pedí préstamos y pedí ayuda a mi familia y así logre juntar la plata, por eso apenas la tuve se la llevé desesperada, porque soy una mamá soltera y lo primero que quería es que mi hija pudiera tener un techo, para crecer”, recordó.
“Después que le pagué le rogué que fuéramos a la Municipalidad para regularizar los papeles, pero ella siempre se negaba y me decía que por una u otra razón nunca podía acompañarme ni tampoco presentarse ella sola”.
Sin solución
“Como mi prima nunca podía ir, decidí ir sola a la Municipalidad para hablar con la asistente social, a quien le conté en detalle cuál era mi situación, pero nunca me dieron una solución. Les expliqué que la que vivió en la pieza desde el primer momento era yo, que mi prima nunca la habitó, que yo ya le había pagado y que fui yo quien estaba a cargo del lugar, que ahí vivíamos mi hijita y yo, y por eso es que necesitaba que por favor me dieran los papeles para poder estar tranquilas”, dijo Celeste.
Recordó que “apenas empezaron a construir la piecita mi prima ya la tenía a la venta, pero como yo no tenía el dinero no la podía comprar, pero apenas junté, fui y le pagué. Sin embargo, hace poco, un fin de semana que salimos , vino mi prima con la policía y me sacaron la puerta y la ventana, se la dieron a una vecina y hasta hoy no me las devuelven. Según mi vecina no me las puede entregar porque mi prima las dejó ahí y que solo ella es la que puede sacarlas de nuevo”, aseguró angustiada .
Por la inseguridad del barrio, manifestó que al no tener puerta se ve obligada a permanecer atenta para no sufrir algún robo.