La medida era muy esperada por las decenas de miles de familias que tomaron créditos hipotecarios UVA durante el gobierno de Mauricio Macri, en una modalidad que actualizaba las cuotas en base a la inflación: como desde 2017 en adelante los índices de precios no hicieron más que dispararse durante la gestión de Cambiemos, los préstamo se volvieron impagables.
La resolución del Banco Central es clave, ya que indica que las cuotas no deben superar los límites establecidos en el decreto presidencial 767 del año pasado, del 35 por ciento de los ingresos de los deudores y codeudores.
El año pasado, el Gobierno había establecido el congelamiento de las cuotas de créditos hipotecarios UVA con vigencia entre abril de 2020 y enero de 2021 por la crisis provocada por la pandemia. Meses después, para evitar saltos sustanciales en las cuotas, se estableció un mecanismo de convergencia con vigencia entre febrero de 2021 y julio de 2022.
Ahora, para prevenir posibles situaciones de vulnerabilidad durante la convergencia se estableció un mecanismo de reaseguro, que obliga a los bancos privados a ofrecer facilidades a los deudores, siempre que se supere la incidencia de las cuotas supere el 35% de los ingresos.