Internacional – Covid-19 y 5G: ¿Pandemia y control total?

Teoría de gran vigencia aquella sobre “el rebaño desconcertado” de Walter Lippmann, influyente periodista estadounidense convencido de que los intereses de la sociedad deben ser manejados por una “clase especializada” capaz de tomar las decisiones que la gente común, según Lippmann, no está capacitada para tomar.


Dicha “clase especializada”, la integra según Lippmann una minoría de gente “responsable” que ejerce la planeación y la función ejecutiva de la vida económica, social y política de una mayoría denominada por el estadounidense como “el rebaño desconcertado”, irresponsable e ignorante que se limita a ser espectadora, en lugar de participar activamente en el diseño y el manejo cotidiano de los intereses comunes.

El intelectual estadounidense Noam Chomsky explica que, según la teoría de Lippmann, las élites dominantes (clases política y empresarial) no deben permitir a la gente encargarse de sus asuntos, porque son irresponsables e incapaces de hacerlo, por lo que la información suministrada por los medios de comunicación debe estar rígidamente controlada con el propósito de manufacturar o fabricar el consenso de la llamada “opinión pública”.

En tiempos de “pandemia”, de miedo y desconcierto en casi todo el mundo, las élites dominantes no renuncian de ninguna manera a sus creencias, y mucho menos a sus intereses.

El intelectual francés Thierry Meyssan, afirma en su artículo: Golpistas a la sombra del coronavirus , que ante la pandemia, el estado profundo estadounidense se encuentra agazapado en la sombra y advierte:

“A través de la historia, las crisis siempre han servido de pretexto a quienes tratan de explotar el ‎argumento de la «urgencia» para modificar el poder sin que la opinión pública tenga tiempo de ‎reflexionar. Esa coartada ha funcionado a menudo”.

¿Está sirviendo la crisis del COVID-19 para la modificación del poder mundial, mientras “el rebaño desconcertado” se queda en casa encerrando igualmente en ella su capacidad de reflexionar y pensar?

Fake News (noticias falsas), es una de las etiquetas de moda para referirse a lo que en realidad es un viejo enemigo de la democracia: la propaganda. Sin pretender insinuar de ninguna que el coronavirus sea falso, lo que sería irracional, no es ocioso ante la narrativa apocalíptica que acompaña a la pandemia, recordar las palabras del sobrino de Sigmund Freud y padre de la propaganda: Edward Bernays

“La manipulación consciente e inteligente de los hábitos organizados y las opiniones de las masas es un importante elemento en la sociedad democrática. Aquellos que manipulan este mecanismo oculto de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder dominante de nuestro país.(…) Estamos gobernados, nuestras mentes son moldeadas, nuestros gustos creados, nuestras ideas sugeridas, en gran medida por hombres de los que nunca hemos escuchado hablar. Este es el resultado lógico de la forma en la cual está organizada nuestra sociedad democrática.”
Antenas 5G y otras tecnologías que saturan de radiación, que vienen poniéndose en boga durante los últimos años, permiten deducir que, desconociendo o no sus daños, cualquiera puede asumir el poder de disponer de la vida y los derechos de sus semejantes, como cuando un capataz decide cuáles reses van al matadero… por lo menos eso se ha observado en los momentos más cruciales cuando se han empleado las más crueles formas de violencia, porque “lo que se ignora, se desprecia”.

El humanista Rubén Luengas no titubea al afirmar que estamos siendo testigos de una nueva modalidad de xenofobia, similar a la practicada en los campos de concentración, con la diferencia de que la actual es más sutil, ya que esclaviza sin que las víctimas se den cuenta, como empieza a verse con las tecnologías que afectan tanto a las personas que, de estado actual, a la servidumbre total, no hay sino un paso.

Quienes hemos vivido un poco más, pudimos valorar el calado de la educación y la formación que se impartían antes, tan abismalmente diferentes de los fallidos intentos y esfuerzos de hoy.

Lo anterior ha servido para que los japoneses hayan concluido que el esclavizante consumismo tecnológico había acabado con las relaciones interpersonales y que por tanto, era indispensable disminuir, hasta hacer desaparecer, todo obstáculo a las relaciones humanas, como el uso de celulares, por considerarlos “adminículos de quinta”, como diría alguna señora sofisticada.

Así como en su momento, estos orientales fueron los creadores de los ‘círculos horizontales de participación’ a nivel empresarial, ahora lo son del último modelo educativo-formativo que asume las relaciones humanas como fundamento de la estabilidad y equilibrio de las sociedades futuras.

https://www.youtube.com/watch?v=qW9bRWIGp1U

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