Con 128 votos a favor, se creará una comisión para indagar el caso $LIBRA, la criptomoneda promocionada por el presidente que se desplomó a cero. El Gobierno insiste: “Milei fue estafado, no cómplice”.
El Congreso no le escapará al debate: la Cámara de Diputados aprobó este martes la creación de una comisión investigadora para esclarecer el polémico caso de la criptomoneda $LIBRA, promocionada por el presidente Javier Milei en sus redes sociales. La votación —128 a favor, 93 en contra— refleja la grieta política que genera un escándalo con sello libertario: un token que subió como cohete y cayó como piedra, dejando inversores en la ruina y preguntas sin responder.
El tuit que incendió el mercado
Todo comenzó el 14 de febrero, cuando Milei publicó en X (ex-Twitter) un enlace a $LIBRA, asociada al proyecto “Viva la Libertad” de KIP Protocol. En horas, el valor se disparó un 2.300%, para luego colapsar casi a cero. Primero se habló de un hackeo; después, el propio presidente admitió su autoría, pero negó vínculos con los desarrolladores: “No estaba interiorizado en los pormenores”, justificó.
Los interrogados y los blindados
La comisión arrancará el 23 de abril, pero un día antes comparecerán los ministros Francos, Caputo, Cúneo Libarona y el titular de la CNV, Roberto Silva. Milei y su hermana Karina, en cambio, quedaron fuera de la citación por falta de consenso opositor. Desde el Gobierno, repiten un argumento contundente: “El Presidente fue el principal estafado”. Según fuentes oficiales, Milei “nunca recomendó invertir”, aunque su tuit —hoy borrado— incluía un llamado a “apoyar el proyecto”.
Las contradicciones del Ejecutivo
Mientras la oposición habla de “publicidad engañosa”, el oficialismo minimiza el impacto: “Si hubo delito, fue privado”. Pero las víctimas existen: pequeños ahorristas que confiaron en el respaldo presidencial y perdieron todo. “¿Cómo no va a tener responsabilidad quien prestó su imagen?”, reclaman en redes.
¿Quién paga los platos rotos?
El caso $LIBRA expone un vacío legal: las criptomonedas no están reguladas, pero su promoción desde cuentas oficiales puede tener consecuencias. La pregunta que flota es incómoda: si Milei fue víctima o influencer involuntario de una estafa.
Un presidente que predica contra el Estado pero cuyo tuit movió mercados: ¿dónde termina el libertario y empieza el pump and dump?