Unión por la Patria y la UCR ya acordaron votar los presupuestos universitarios en el Senado para convertirlos en ley. La opción del veto y la revancha en el Presupuesto 2025
El Gobierno busca reencauzar el debate en el Congreso de la Nación. Hace un mes que no logra ganar ninguna de las votaciones, y no solo eso, tampoco puede imponer agenda en medio de un cambio de lógica en la relación con la oposición y con los bloques propios, metidos en internas que ya tuvieron como primera consecuencia la expulsión de una diputada y un senador.
Esta semana la derrota parlamentaria se volverá a sentir, pero en esta ocasión en el Senado. Está previsto que esta semana se sesione, el próximo jueves, para tratar uno de los proyectos de ley que llega con media sanción de Diputados: el que se refiere a los fondos para la educación, principalmente los presupuestos para las universidades nacionales.
Este es uno de los proyectos que votaron los legisladores a los que el Presidente, Javier Milei, cataloga como “degenerados fiscales”. Esto es porque tiene una inversión adicional para 2024 de $738.595 millones. Medido en el impacto sobre el Producto Bruto Interno, es de apenas 0,14%, según los datos que proporcionó la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
El proyecto de ley que tiene media sanción, cuya autora es la diputada radical Danya Tavela, propone una actualización del presupuesto universitario basada en la inflación del año pasado, medida por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), y una indexación bimestral usando un coeficiente que combine un 50% de variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), 25% de la variación del dólar y otro 25% de las tarifas de servicios públicos, además de una recomposición salarial para docentes y no docentes con base en el IPC.
Mientras tanto, el Gobierno no consigue todavía las firmas que necesita para poder dictaminar con sus candidatos a la Corte Suprema de Justicia. Si no consigue asegurar una mayoría en la Comisión de Acuerdos, es poco probable que obtenga un resultado diferente en el recinto.
La carta que le queda al oficialismo para intentar recomponerse, volver a esos gestos felices y aplicar la máxima de Miguel Ángel Pichetto: “acá se viene a ganar”, es que con la ayuda del PRO y de los gobernadores radicales y peronistas cercanos a la Casa Rosada —Alfredo Cornejo de Mendoza y Osvaldo Jaldo del peronismo, por ejemplo—, logre la ausencia de los legisladores que les responden y complique a la oposición llegar a los dos tercios.
“Toda la derecha, más moderada o más reaccionaria, junta 82 diputados. Supongo que la reunión del viernes en Casa Rosada tiene la intención de ordenar a ese grupo. Por otro lado, se habla con los gobernadores amigos para ausentar diputados de los que votan a favor. Si eso sucede, y el PRO y LLA ordenan a la tropa, podrán aplaudir al final del día”, explicó un diputado que votará a favor del proyecto de la oposición sobre las jubilaciones.
Pero aunque el oficialismo se imponga, sabe que el último mes fue complejo y prepara un contraataque para los próximos días. Y el arma será el Presupuesto 2025. La fecha de ingreso al Congreso de la Nación es el 15 de septiembre y, según confirmaron fuentes oficiales, el Gobierno va a cumplir con las fechas.
Según adelantó el vocero presidencial, Manuel Adorni, el proyecto de ley llegará con “sorpresas”. Aunque nadie sabe a qué se refiere, no pasó desapercibido que el contexto de sus dichos fue frente a una pregunta sobre las posibilidades de avanzar con un mayor ajuste.