Karina Ortega, denunció a fines de abril los supuestos abusos, malos tratos y abandono, a los que su hijo está siendo sometido, de acuerdo a lo que ella puede advertir, cada vez que lo ve, en el Hospital Ragone, donde está internado, en el sector Inimputables.
La denuncia fue presentada en la comisaria de Villa Las Rosas el 22 de abril, pero aún no ha recibido una respuesta sobre el proceso en el que se encontraba.
“El día anterior, mi hijo tenía permiso para ir a mi casa, estaba sucio abandonado, lastimado en el cuello, flaco, y lo que más me asustó es que no quería volver, al hospital” dijo Karina.
La madre advirtió que tenía miedo; al preguntarle porque no quería volver, él le dijo que después de las 4 de la mañana había sido abusado por cinco o seis personas.
Karina presentó la denuncia en la Comisaría de Villa Las Rosas y le informaron que sería enviada a la Fiscalía para que un experto la examinara.
“Nunca me dijeron nada, pregunté en el Ragone si alguien había ido y no me dicen nada tampoco”.
Ortega advirtió en semanas anteriores que las manos del joven de 27 estaban lastimadas, como quebradas, y “la licenciada Cleo, asistente social, me dijo que ya le pidieron turno y que dentro de un mes lo veía el traumatólogo”.
Actualmente, dice Karina, son 20 los que están internados en ese sector, “pero ellos no son el problema, el problema son los que los deberían cuidar, nunca se ve enfermeros, ni médicos, ni nada”.
Ella debe esperar la autorización de la Justicia para poder ingresar a verlo, sino es solo en la guardia, “el abandono es total, los que tienen plata pueden hacerlos ver con otros médicos de afuera, yo no. El doctor Sarif, que es el que lo ve, me dice M. está bien, pero no lo veo así”, enfatizó.
Karina señaló que el sector de los Inimputables está como abandonado: las puertas tienen telas de araña, haciendo referencia a que nadie ocupa esas oficinas.
Finalmente, se refirió a que en una guardia una madre, en una oportunidad, le dijo que el tema de los abusos es de siempre, que ella le debió hacer un aborto a su hija, que fue abusada por personal del lugar.
“El problema no son los internos, sino los empleados”, dijo.
