Descendientes de italianos en Salta ofendidos por la caricatura que ha hecho la jueza Güemes

Los estereotipos nacionales, las generalizaciones arbitrarias y las etiquetas culturales son cosas que hacían los nazis. Actitudes como estas desencadenaron la Segunda Guerra Mundial, afirman.

Valeria P. y Renzo G., una pareja de descendientes de italianos residente en la ciudad de Salta, se ha mostrado indignada por la caricatura que ha dibujado la jueza Claudia Noemí Güemes, que para justificar los gritos proferidos en una diligencia judicial dijo que su alto tono de voz se debía a que lleva sangre italiana en las venas.

«Si la doctora es una ‘loud talker’, seguramente es un problema personal suyo, no de los italianos ni de sus descendientes. Nuestros abuelos, que vendían helado por las esquinas y remendaban zapatos, hablaban bajito y no maltrataban a la gente», ha dicho la pareja mientras caminaba por la calle Santiago del Estero casi esquina Zuviría y hablaba en un tono de voz sumamente agradable.

«Como todo pueblo mediterráneo, el italiano -sobre todo el meridional- es de carácter abierto y festivo», advierten. «Pero de allí a que seamos amargos y gritones sin motivo, hay una distancia enorme», sostienen con desusada convicción.

«Lo más preocupante de todo es que una persona que ejerce un poder del Estado haya caído con tanta facilidad en estereotipos culturales de esta naturaleza y en generalizaciones nacionales propias del fascismo», alega Valeria, nieta de un nativo de Catania y una oriunda de Campobasso.

«Sí, porque los italianos y sus descendientes repartidos por el mundo son muy variados por definición y no se merecen que alguien les cuelgue la etiqueta de ruidosos o gritones, solo para intentar tapar un defecto de la propia personalidad», añade Renzo, cuyos abuelos vivieron a orillas del lago de Como.

«Es como si nosotros dijéramos que lo gritón le viene a la jueza de los gauchos. Sería una simplificación inadmisible. Conocemos aquí en Salta a mucha gente con su mismo apellido, que es supereducada», nos aclaran.

Preguntados si conocen italianos gritones, autoritarios y groseros, la pareja responde: «Por supuesto que los hay, como también hay argentinos, españoles, árabes o hebreos que en su casa y en la escuela han recibido una educación deficiente o se han criado sin poder disfrutar de la libertad que todos nos merecemos».

Valeria y Renzo han subrayado que no es su intención presentar un escrito a la Sociedad Italiana para que en plenario de comisión directiva emita un comunicado de «repudio» a la jueza Güemes y menos para que se le abra un sumario y se le impongan sanciones. «Esas son cosas que hacen los que no son capaces de ejercer su autoridad de mejor forma», aseguran.

Fuente: Noticias Iruya

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