Luego que se conociera la muerte de una niña de cinco años cuando era trasladada desde el Hospital de Salvador Mazza hacia Tartagal, en las últimas horas se conoció que 9 días antes también había fallecido su hermano, de 2 años.
En vista de ello, el fiscal de Salvador Mazza, Armando Cazón, pidió que se hagan autopsias y los padres denunciaron mala praxis y abandono de persona.
Los pequeños vivían en barrio Ferroviario en Salvador Mazza, en el departamento San Martín. De acuerdo al testimonio de los padres, ambos niños estaban en buen estado general de salud y solo en cuestión de días se enfermaron y terminaron falleciendo, situación que prendió alarmas en el personal de salud al desconocer las causas de los decesos.
Sin embargo, para Roque Ovando, el papá de las criaturas, hubo negligencia y mala praxis en la atención de sus hijos, además de abandono de persona. En diálogo con Salta/12, Ovando relató las dos situaciones que tuvo que atravesar con la atención de sus hijos. Contó que al niño de dos años lo vieron desde el jueves 2 de diciembre pasado en el Hospital, y el viernes lo atendió el pediatra. “Le vio la gargantita roja, lo inyectaron y me dieron un jarabe”.
El hombre recordó que “el sábado al mediodía estuvo un poco mejor pero a la tarde se cayó y se empezó a poner frío. Lo llevé a las 22 al Hospital”. En ese momento no lograron ponerle suero porque no encontraban las venas. Le pusieron una inyectable más y cuando lo levantó “no reaccionó más. Y no hicieron nada. Solo preguntaron ‘¿qué van a hacer con el cuerpito? ¿Lo llevan?’”.
La hermana de 5 años a que empezó con problemas con un poco de fiebre y la garganta roja el viernes 10 de diciembre. “La llevamos a una clínica porque teníamos miedo de llevarla al Hospital”, relató el padre.
Un médico le recetó novalgina y amoxicilina. Se recuperó el sábado, sin embargo el domingo se levantó con un poco de fiebre, la medicaron y pudo dormir, horas más tarde les avisó que le dolía el estómago y la llevaron a una enfermera que le puso una inyección para bajar la fiebre.
“A la 1 (madrugada del lunes, la nena) se despertó con dolor y al ver que no era normal a las 3 la llevamos al Hospital”. La vio un enfermero pero no el médico de guardia “porque decían que ya lo llamaban”. Según el relato del padre, esperaron, pero el médico no apareció. Volvieron a su casa tras una inyectable que le dieron a la nena y ella se durmió pero a los 20 minutos volvió a levantarse.
A las 5 volvieron al Hospital y les negaron la atención porque el médico estaba ocupado. “Igual nos dejó entrar y ya fue el enfermero, dijo que no iba a atenderla por un dolor de estómago. Mi esposa le suplicó que la atienda porque la nena estaba muy dolorida. Pero le dijeron que esperemos hasta las 7 que daban los turnos.
A las 6.20 mi nena decía que no daba más y la llevamos a la clínica. Pero tampoco había médico de guardia. Volvimos al Hospital y nos atendieron como a las 7.30. Desde las 5 que estábamos esperando. Y si nos atendieron fue por la gestión de una agente sanitaria que se movió rápido”, detalló Ovando con la voz quebrada y pausada.
A esa altura de la mañana ya habían cambiado los médicos y enfermeros y lograron estabilizar a la niña para trasladarla al Hospital Juan Domingo Perón, de Tartagal, pero se descompensó cuando la levantaron para hacerle una placa. Murió cuando era trasladada al Hospital. Los resultados de la autopsia se esperan para hoy, dado que el PCR realizado a su hija dio negativo para covid-19.
Fuentes hospitalarias dijeron a Salta/12 que ante los hechos, la tercera hija de Ovando, que tiene 7 años de edad, fue revisada por los profesionales médicos y se determinó que se hará la consulta permanente ante los antecedentes de ambos hermanos.