Algunas de las respuestas a los interrogantes que generó el caso de narcotráfico más grave del año apuntan a vínculos con organizaciones criminales mexicanas y brasileñas, según las indagaciones judiciales y los registros de inteligencia.
El hallazgo de una avioneta que transportaba, al menos, 364 kilos de cocaína conmocionó a las autoridades del NOA y de la Nación, y puso en evidencia la facilidad con que estupefacientes circulan por tierra y aire. La investigación federal, a cargo del fiscal Eduardo Villalba en Salta, avanza y comienza a delinear un expediente que podría marcar un punto de inflexión en el abordaje del narcotráfico regional. A continuación se sintetizan las principales respuestas que surgen del trabajo investigativo y las dudas aún por esclarecer.
1. ¿Qué pasó con la avioneta?
La causa aún no ofrece una versión única. Inicialmente se pensó en un siniestro por precipitación, pero surgieron hipótesis alternativas: un error de cálculo en el aterrizaje o un desperfecto mecánico que forzó un descenso de emergencia. Algunos testimonios sugieren que la aeronave terminó impactando contra un vehículo (un Gol Trend) perteneciente a un integrante del grupo que esperaba la carga.
2. ¿Qué ocurrió después?
Según la hipótesis de los investigadores, tras la nave en tierra los integrantes del grupo extrajeron la mayor parte de la carga. Se informó que enterraron 238 kilos y dejaron 136 kilos cerca de la aeronave; no se descarta que otro sujeto haya cargado estupefacientes en un vehículo y los retirara de la zona.
3. ¿Había más droga?
Especialistas en vuelos narcos estiman que esas aeronaves pueden llevar entre 400 y 500 kilos, aunque la capacidad efectiva depende de la cantidad de tripulantes y de si transportan bidones de combustible para reabastecerse durante la travesía, lo que reduce la carga útil.
4. ¿Cómo es el transporte de droga por aire?
La investigación y antecedentes indican que la cocaína suele cargarse en Bolivia y desde allí se aplican dos variantes: aterrizajes en el sur de Salta o en Santiago del Estero para reabastecerse y proseguir hacia la Pampa Húmeda, o llevar combustible extra a bordo para evitar escalas. La segunda opción limita la capacidad de carga de la aeronave.
5. ¿No existe un sistema nacional de control aéreo?
Sí existe una base de control ubicada en una localidad de Santa Fe con capacidad para detectar vuelos irregulares que sobrevuelan el sur de Santiago del Estero. Sin embargo, su eficacia está cuestionada: numerosos vuelos narcos solo fueron detectados tras aterrizajes forzosos por falta de combustible, fallas mecánicas o abandono de aeronaves, lo que sugiere brechas operativas o de cobertura.
6. ¿Tan fácil es conseguir una avioneta para transportar droga?
Parece ser relativamente sencillo, según testimonios y causas previas. En este expediente surgieron vinculaciones con la venta de aeronaves por parte de un empresario acusado de narcotráfico. También hubo menciones de contactos y viajes para ofrecer avionetas a potenciales compradores relacionados con la logística ilícita.
7. ¿Se estableció la ruta de vuelo?
No de forma concluyente. Las autoridades secuestraron dispositivos GPS y teléfonos satelitales que están siendo peritados para reconstruir la trayectoria aérea y los puntos de origen y destino de la aeronave.
8. ¿Dónde tenía previsto descargarse la droga?
La hipótesis principal indica que la descarga se planificó en la finca donde la nave aterrizó. Ese predio contó con personas esperando la carga y con caminos internos consolidados que podrían funcionar como pistas improvisadas.
9. ¿Cómo fueron detenidos los sospechosos?
Las detenciones se desencadenaron por distintas vías: un rosarino de La Frontera se presentó ante la policía tras ver en redes la imagen de un Gol quemado, versión que terminó con contradicciones y su aprehensión; otro implicado fue detenido al intentar evadir un control; y dos personas de nacionalidad boliviana, una de ellas presumiblemente el piloto, fueron arrestadas en la terminal de ómnibus cuando intentaban abordar un micro hacia el norte.
10. ¿Podría haber más involucrados?
Los investigadores consideran probable la implicación de más personas. Sostienen que cuatro detenidos resultan insuficientes para explicar la logística observada —entre ellas la ocultación de estupefacientes y la capacidad económica para mantener a individuos fuera de la vista— por casi 24 horas.
11. ¿Hay antecedentes en la zona?
En los últimos años se registraron varios vuelos narcos en la región. El caso más resonante fue el denominado “Operativo Balboa” (diciembre de 2018), donde Gendarmería desarticuló una organización que usaba un campo como pista y centro de acopio: se secuestraron 400 kilos de cocaína, cuatro avionetas, 11 vehículos y sumas importantes en efectivo.
12. ¿Por qué Rosario de La Frontera?
La localidad ocupa una posición estratégica en la ruta del narcotráfico: su trama de rutas provinciales, caminos vecinales y sendas permite eludir puestos de control, como el de El Naranjo, y conectar con Tucumán y Santiago del Estero por vías sin fiscalización. Todo ello facilita el traslado y la dispersión de cargamentos.
13. ¿Se estableció el destino final de la droga?
No de manera definitiva. No obstante, hay indicios que orientan sobre una posible hoja de ruta y destino más amplio.
14. ¿Qué pistas están analizando los investigadores?
Se hallaron marcas en los paquetes —un sello con la palabra “Prada”— que los peritos vinculan al cártel de Sinaloa. Esa identificación sugiere un destino internacional y alimenta la hipótesis de que la cocaína podría ingresar a cadenas de exportación por vías fluviales, como la hidrovía del Paraná.
15. ¿Por qué se habla de un secuestro millonario?
El valor estimado de la carga varía según el punto de comercialización: en la frontera su valor rondaría U$S 1,3 millones; en Tucumán U$S 1,8 millones; en Rosario U$S 2,9 millones y en Buenos Aires U$S 3,6 millones. En mercados internacionales el precio puede multiplicarse entre 100 y 200 veces respecto del punto de origen, según el continente de llegada.
16. ¿Por qué este caso genera preocupación?
Porque refuerza la teoría de que el sur salteño se ha convertido en un centro de acopio ante la presión de controles en la frontera, como el Operativo Güemes. La cercanía de Rosario de La Frontera con Tucumán (a unos 50 km) la transforma en un nodo clave de la ruta narco. Además, la aparición del sello del cártel de Sinaloa implica la operación de cárteles mexicanos en el NOA, sumándose a grupos como Los Zetas y el Cártel Jalisco Nueva Generación, y a supuestos vínculos con organizaciones criminales brasileñas (Comando Vermelho, Primer Comando Capital), lo que complejiza y escala la magnitud del fenómeno delictivo.
La causa está en etapa de recolección y análisis de pruebas: peritajes a dispositivos electrónicos, análisis de marcas en la mercadería, entrevistas y seguimiento de rastros logísticos. Con el avance de esas inspecciones podrá delimitarse con mayor precisión la cadena de responsables, las rutas empleadas y el alcance de las conexiones transnacionales implicadas.
