Los productores abren canales para que el agua drene con el objetivo de proteger su siembra, pero eso provoca que los caminos queden anegadaos los habitantes de la zona, aislados. Aunque ni el Pilcomayo ni el Bermejo tienen su cauce por la zona, el exceso de agua en cañadas deriva en que también aquí se produzcan inundaciones.
Comunidades originarias que viven en los parajes comprendidos en la jurisdicción del municipio de General Ballivián informaron que hace 20 días están aisladas por la inundación de los caminos.
El anegamiento es generado por los canales que abren las fincas de la zona para evitar que sus sembradíos sean afectados por el exceso de agua. Pero este agua escurre hacia donde están las poblaciones y las deja aisladas porque también inunda los caminos.
“Ellos hacen los canales para salvar los cultivos de sus campos”, explicó Amancio Ángel, referente de Chorrito, una de las comunidades wichí de la zona que alberga a 12 familias.
El inconveniente se repite año tras año durante la época de lluvias. El agua que escurre de los campos sembrados deja los caminos intransitables.
Para salir de Chorrito se deben recorrer 5 kilómetros hasta un camino vecinal y luego completar otros 38 kilómetros más hasta la ruta nacional 34, para salir al pueblo de Coronel Cornejo, a 328 kilómetros de la ciudad capital, en el departamento San Martín.
“Nosotros acá ocupamos motitos pero en estos momentos no pudimos salir”, dijo Ángel a Salta/12. Añadió que las comunidades de esa zona están sin asistencia desde hace 22 días.
“Aquí nos falta mercadería y atención de salud en la sala (sanitaria) de Corralito”, detalló. Contó que ayer se cumplieron 11 días desde que bajó el helicóptero a ese lugar trasladar a una persona que tenía problemas de vesícula.
Ayer finalmente salió el sol y esperaban que pudiera llegar la asistencia para las más de 260 personas del Pueblo Wichí que habitan este territorio, según detalló Ángel. A ese número se debe agregar a las familias criollas que también residen en esta zona y están sufriendo también las consecuencias de la inundación. Coronel Cornejo y las otras poblaciones de esta parte de la geografía están en el medio de los dos ríos más caudalosos del norte salteño, Pilcomayo y Bermejo pero, pero retirada de sus cauces. Sin embargo, entre sus desbordes y las lluvias, las cañadas también terminan rebasadas en su capacidad y se producen inundaciones.
El Ministerio de Desarrollo Social de la provincia informó anoche de algunos puentes aéreos realizados para repartir ayuda a las comunidades aisladas en el departamento Rivadavia por la crecida de los ríos Bermejo y Teuco. Pero también se confirmó a este diario que al menos hasta ayer no habían llegado a la zona de Ballivián.
La falta de agua potable, cuya escasez subsiste en la zona, hasta ayer se lograba sortear con el sistema de cisternas que cuenta la comunidad para juntar agua de lluvia. Sin embargo, Amancio afirmó que “en otros sectores ni siquiera tienen eso”.
Rodeadas de desmonte
Las poblaciones wichí de la zona están vivenciando las consecuencias de los desmontes en este sector.
La Ley de Ordenamiento Territorial aprobada en 2009 en Salta protegía con los colores rojo y amarillo a la zona. Es decir que prohibía el desmonte.
Sin embargo, el gobierno de Juan Manuel Urtubey sacó en 2011 un decreto que permitió a los grandes finqueros (entre los que se encontraba Alejandro Braun Peña, primo del ex jefe de Gabinete del gobierno de Mauricio Macri) pasar estas tierras a zonas aptas para ser desmontadas.
Según denunció Greenpeace en ese momento, de más de 8 mil hectáreas solo quedaron 3 mil de monte, estos árboles quedaron entre los desmontes, con las poblaciones indígenas adentro.
Para llegar a esta situación la provincia impulsó la firma de “acuerdos” entre las comunidades con los grandes productores. Pese a que los referentes indígenas quisieron dar marcha atrás, los convenios no se retrotrajeron.
Según se pudo conocer, existiría ahora la intención de ejecutar la misma estrategia en la zona de Dragones, pueblo del departamento San Martín, en el límite con Rivadavia.
Sin embargo, y tras haber visto lo acontecido con sus paisanos en Ballivián, un dirigente indígena de Dragones afirmó a este diario que revisarán la posibilidad de llegar a acuerdos porque entienden que las consecuencias para el territorio podrían ser nefastas.
Al menos 21 vuelos en Rivadavia
Con la mejora del tiempo, ayer el Ministerio de Desarrollo Social informó que lograron llevar asistencia a los parajes de Rivadavia Banda Norte y Banda Sur afectados por la crecida del río Bermejo.

Según la información oficial, se asistió a más de mil familias y se entregaron más de 1.800 módulos alimentarios.
En Rivadavia Banda Sur se llevó asistencia a 600 familias de los parajes El Cocal, Las Llaves, Soledad, Media Luna, Palmarcito, Ciervo Cansado, Mirador, Vanguardia, San Antonio, Tres Horcones, El Chañaral, Campo Pañuelo y Costa. En el caso de San Felipe, La Esperanza y Destierro, se llegó el domingo con alimentos, medicamentos y se trasladó a pobladores que querían regresar a sus hogares.
Ese día también se logró llegar en Rivadavia Banda Norte a parajes como Las Palomas, Pozo Algarrobo, La Tosca, Ganso Atado y Fortín Belgrano. Ayer, en tanto, se concretó la asistencia a los parajes y comunidades de El Talar, Los Laureles, El Espinillo, El Totoral, El Porongal, La Carpa, Las Palomas, Las Lagunas, El Gritao, La Salvación, La Vertiente, Alto Alegre, El Colgao, La Pastosa, La Tala, Pozo Potrero, La Fortuna, San Patricio, El Sauce y La Paz. En este municipio fueron más de 400 las familias alcanzadas.
El Ministerio de Salud Pública de Salta instaló también un Hospital de Campaña en Rivadavia Banda Sur para fortalecer la atención sanitaria de la población afectada. Se anunció que la semana que viene estarán presentes los médicos especialistas del programa Extramuros.
Inicialmente, el centro sanitario de campaña se ubicará frente al hospital de Rivadavia, con el fin de brindar asistencia inmediata. Posteriormente, se prevé su traslado al interior de la región, específicamente a La Misión.