El hecho tuvo lugar el 11 de febrero pasado en la vivienda de la presunta víctima.
Muerte y misterio en barrio Los Crespones del municipio de Cerrillos cuando este pasado 11 de marzo la Policía fue alertada por un supuesto suicidio en una vivienda. Al llegar al lugar, encontraron a una mujer sin signos vitales, que luego fue identificada como la pareja del ahora detenido. Acompañado de un abogado defensor, solicitaron el arresto domiciliario pero la Justicia lo rechazó.
Un hombre de 35 años fue puesto a disposición de la Justicia luego de una serie de inconsistencias en las pericias del CIF y lo que manifestó el sospechoso. Desde un principio declaró que encontró a su ex pareja ahorcada y que por eso dio aviso al 911. Además, la Policía constató que el hombre presentaba lesiones visibles en el cuello, rostro y un hematoma en el ojo, detalles que llamaron la atención.
La madre de la víctima declaró ante la policía que su hija y el detenido estaban separados desde hacía aproximadamente cinco años, desde el nacimiento de la hija de ambos. Sin embargo, el hombre visitaba a la menor todas las noches con su permiso. La mujer también mencionó haber escuchado discusiones esporádicas entre ellos por temas económicos relacionados con la manutención de la niña.
La noche anterior al suceso, la madre no escuchó ninguna discusión, ya que su hija le había pedido privacidad para hablar con su expareja en la habitación de la niña. La última vez que vio a su hija con vida fue la tarde anterior, cuando volvió al domicilio.
El examen cadavérico preliminar reveló que el surco de ahorcadura en el cuello de la víctima no coincidía con la sábana encontrada, presentando características diferentes. Además, se constató una excoriación en una de sus rodillas. El examen médico legal al detenido registró múltiples lesiones en diversas partes de su cuerpo, incluyendo hematomas, rasguños y excoriaciones.
La investigación tomó un giro cuando la madre de la víctima brindó una declaración testimonial más detallada ante la Fiscalía. Contó que en relación al momento posterior al hallazgo del cuerpo: describió al hombre nervioso, tembloroso, fumando y borrando mensajes de su teléfono, sin mostrar signos de dolor.
Dijo que también le resultó llamativo que el hombre afirmara que su hija ya estaba muerta sin haber intentado reanimarla. La madre de la víctima señaló inconsistencias en la escena, como la posición del cuerpo de su hija y el nudo de la sábana, que le pareció precario. Además, mencionó que su hija presentaba moretones y la lengua hinchada, lo que le hizo sospechar que había sido víctima de golpes.
En una audiencia flexible y multipropósito el juez de Garantías interviniente dispuso la prisión preventiva del hombre de 35 años. La fiscalía lo imputó formalmente como presunto autor del delito de homicidio calificado por la relación de pareja previa/vínculo y por mediar violencia de género.
El juez explicó que existe peligro de fuga por parte del imputado, considerando la gravedad del delito imputado y la posible aplicación de una pena elevada y de cumplimiento efectivo en caso de ser encontrado culpable. También tuvo en cuenta la peligrosidad procesal, ante la posibilidad de que el imputado pudiera entorpecer la investigación, y destacó en este sentido que existían indicios de que se habría manipulado la escena del crimen para simular un suicidio y que el imputado podría intentar ocultar o destruir pruebas relevantes para la causa.