Julio Moreno Ovalle y la insensibilidad, ¿la verdadera cara de la política?

Otra vez. En un país tan dinámico casi en todos sus aspectos, días pasados resaltó la información que daba cuenta de que un diputado nacional por Salta, Julio Moreno Ovalle, brindó una nota radial en la que –por lo menos- tuvo declaraciones totalmente desubicadas o que tuvo un sincericidio al declarar lo que declaró. Otra vez la realidad se superpuso a la verdad.

Para que el lector entienda esto, se reproduce lo dicho por este legislador luego de que se conociera el anuncio del PAMI sobre el reordenamiento en la bonificación del 100% en medicamentos ambulatorios para más de cinco millones de afiliados, y que ha generado amplias repercusiones, especialmente por las declaraciones del diputado nacional Julio Moreno Ovalle, de La Libertad Avanza. A sus 70 años, y en un rol clave como integrante de las comisiones de Personas Mayores y de Previsión y Seguridad Social, su perspectiva parece desconectada de la realidad de miles de jubilados que dependen del Estado para acceder a medicamentos esenciales.

Una opinión fría ante una realidad sensible

Consultado sobre la posibilidad de que muchos jubilados puedan perder acceso a sus medicinas, Julio Moreno Ovalle minimizó la gravedad de la situación al afirmar: “No creo que se pueda llegar a ese extremo; hay gente que los puede ayudar”. Este comentario, aunque aparentemente despreocupado, ignora la dura realidad de muchos adultos mayores que no tienen familiares cercanos ni recursos adicionales para costear medicamentos que en algunos casos son imprescindibles para su supervivencia.

El legislador también defendió la política de ajuste fiscal impulsada por el gobierno de Javier Milei, argumentando que “los que cobran un poco más tendrán que pagar”, justificando los recortes en pos de un “equilibrio presupuestario”. Sin embargo, en sus declaraciones, mostró poca sensibilidad hacia un sector vulnerable como los jubilados, quienes, tras años de trabajo, dependen de la ayuda del Estado en descuentos de medicamentos, para cubrir necesidades básicas como la salud.

El contexto del recorte

El reordenamiento anunciado por PAMI establece nuevos requisitos para acceder al beneficio del 100% de bonificación en medicamentos. Ahora, solo quienes tengan ingresos netos menores a un haber previsional mínimo y medio, que no estén afiliados a prepagas, que no posean más de un inmueble, ni vehículos con menos de 10 años de antigüedad, podrán acceder automáticamente. Aquellos que no cumplan con estos requisitos deberán realizar un trámite adicional mediante una “vía de excepción”.

El diputado libertario Julio Moreno Ovalle consideró que estas restricciones son razonables, ya que, según él, “hay jubilados que tienen ingresos extra, como propiedades o autos de alta gama”. Sin embargo, esta vision, generaliza y desestima la situación de muchos afiliados que, aún con ciertos bienes, no cuentan con los recursos suficientes para afrontar gastos médicos.

Una justificación centrada en el déficit cero

El diputado reiteró su respaldo a las políticas de ajuste, asegurando que estas medidas son necesarias para alcanzar el déficit cero. “El objetivo es eliminar el déficit fiscal, el origen de todas nuestras crisis. No los victimicemos. El Estado tendrá otras herramientas para ayudarlos, no lo veo tan complicado”, afirmó. No obstante, sus comentarios reflejan una insensibilidad que raya con el desprecio con los más vulnerables, en este caso, los jubilados.

Para entender un poco mejor las expresiones de este legislador hay que preguntarse ¿quién es Julio Moreno Ovalle?

Julio Aurelio Moreno Ovalle, de 70 años (los cumplió el 26 de octubre) es contador público nacional y, para algunos, un economista frustrado. Es el mayor de cinco hermanos, sin padres ni abuelos vivos. Sus opiniones, motivo de este análisis, reflejan una postura completamente opuesta a la de sus hermanos Mario y Daniel, ambos políticos también. Mario, exdiputado y concejal provincial, y Daniel, actual intendente de Vaqueros, han optado por no emitir declaraciones públicas al respecto, tal vez por respeto al vínculo familiar.

Declaraciones que resaltan la insensibilidad

Las recientes declaraciones de Julio Moreno Ovalle sobre el recorte en la cobertura de medicamentos del PAMI dejan en evidencia una falta de empatía hacia los jubilados. En su intervención, el diputado minimizó la gravedad de la situación, sugiriendo que las personas afectadas podrían depender de familiares para obtener los medicamentos que necesitan. Estas palabras no solo denotan insensibilidad, sino también una desconexión profunda con la realidad de quienes no cuentan con redes de apoyo o recursos adicionales.

Lo expresado por el diputado nacional libertario por Salta, contrasta notablemente con las necesidades de los más de cinco millones de afiliados del PAMI, quienes, directa o indirectamente, se ven afectados por estas medidas. Las restricciones no solo impactan a los jubilados, sino también a sus familias, quienes muchas veces asumen los costos de los medicamentos, un gasto que puede ser insostenible en el contexto económico actual y que depende de la enfermedad del jubilado y del tratamiento que imperiosamente debe seguir para sobrevivir, tratando de no perder su dignidad.

Obediencia ciega al déficit cero

En línea con las políticas de ajuste fiscal promovidas por el presidente Javier Milei, Julio Moreno Ovalle parece adherir sin cuestionamientos a la idea de que el déficit cero es el objetivo primordial, incluso si eso implica un sacrificio significativo para los jubilados. Al afirmar que “no creo que pueda llegar a pasar a ese extremo (que se mueran)” y que “esa persona puede tener parientes, gente que lo pueden ayudar”, el diputado trivializa una problemática que afecta la vida y la dignidad de millones de adultos mayores y parece no saber que hay gente que si no tomó lo prescripto por el médico, se muere. Sí, se muere.

Lo que dijo el Papa

Julio Moreno Ovalle no parece comprender el peso de sus palabras ni las consecuencias de las políticas que defiende. O quizás sí comprende lo que quiso significar, con lo que llevó a mostrar -quizás- el verdadero rostro de la política, que se viste de solidaria –principalmente en la campaña con promesas seductoras y que luego eso no importa, pero que con estas medidas potencia una “eutanasia disimulada” para los jubilados, como lo expresó el arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi, cuando remarcó que la gestión libertaria impone a los abuelos la imposibilidad de acceder a una mejor calidad de vida y los coloca en una difícil dualidad: los jubilados tienen que elegir entre comer o medicarse”, y añadió “La espera de una guardia en el hospital no es grata. Esa miserabilidad que estamos viviendo, donde nuestros abuelos, nuestros viejitos, están a veces en una especie de eutanasia disimuladadice el papa Francisco, como sistema”, sentenció Rossi.

En fin, a Julio Moreno Ovalle, poco parece importarle lo que expresó el Papa a través del Arzobispo Rossi, simplemente porque él no tiene las limitaciones de los jubilados comunes porque –por ejemplo-, su sueldo como legislador ya lo diferencia de los “viejitos” que creé no se van a morir por no tomar los medicamentos y como él mismo expresó: “Es un tema sensible, pero creo que es uno de los tantos temas que nos tenemos que preocupar. Hoy el objetivo es eliminar el déficit fiscal, el origen de todas nuestras crisis. No los victimicemos”.

Evidentemente, como diría el presidente Milei, “no la ve”. Y como dice la calle: “ojos que no ven, corazón que no siente”.

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