Tras más de 13 años de incertidumbre, el caso de la desaparición de María Cash ha dado un giro significativo. El camionero Héctor Romero fue formalmente imputado por el homicidio de la joven, luego de una serie de nuevas pruebas que contradicen su versión de los hechos y apuntan directamente a su implicancia en el crimen.
La desaparición de María Cash, ocurrida en julio de 2011, había sido uno de los casos más enigmáticos de la última década. La joven de 29 años, oriunda de la ciudad de Buenos Aires, se encontraba viajando hacia el norte del país cuando desapareció sin dejar rastro. En los primeros momentos de la investigación, Romero, de 71 años, fue uno de los últimos en tener contacto con ella, y fue interrogado como testigo clave del caso. Sin embargo, a pesar de las búsquedas y los esfuerzos por esclarecer lo sucedido, la causa había quedado estancada por años.
El giro en la investigación se produjo recientemente cuando los fiscales decidieron revisar nuevamente el caso y realizaron una serie de estudios sobre las pruebas recolectadas en el tiempo, así como nuevas diligencias. Fue entonces cuando comenzaron a surgir inconsistencias en el relato de Romero, quien afirmaba haber trasladado a María Cash en su camión durante un corto trayecto, pero no pudo ofrecer detalles consistentes sobre los movimientos posteriores ni explicar adecuadamente el paradero de la joven.
Uno de los elementos clave que desencadenó la imputación fue el análisis de su teléfono celular. En este dispositivo se hallaron mensajes y comunicaciones que, en un principio, no habían sido tomadas en cuenta, pero que ahora resultan fundamentales. Además, el testimonio de varias personas que habían tenido contacto con Romero en los días posteriores a la desaparición de María, contribuyó a desmentir su versión sobre los eventos.
Un hallazgo crucial en el caso fue un intercambio de llamadas entre Romero y su hermano, donde se mencionaba de forma vaga pero significativa el hecho de que Romero sabía más sobre la desaparición de la joven de lo que había admitido hasta el momento. Este descubrimiento motivó a los fiscales a revisar con mayor profundidad la implicancia de Romero en el crimen.
Con base en estas pruebas y en las contradicciones en sus declaraciones, el fiscal Ignacio Mahiques decidió imputar a Héctor Romero por homicidio doblemente agravado, con la calificación de alevosía, lo que sugiere que el crimen fue premeditado y ejecutado con una notable ventaja por parte del acusado. La alevosía, en este contexto, hace referencia a la existencia de un plan deliberado para llevar a cabo el crimen sin ofrecerle a la víctima ninguna oportunidad de defensa.
Romero fue arrestado el lunes de esta semana y se encuentra actualmente en prisión preventiva mientras continúa la investigación. Durante su declaración ante los fiscales, se negó a reconocer su responsabilidad en el crimen, pero los detalles emergentes en las últimas horas han dejado poco espacio para dudas.
Este avance en la causa ha sido recibido con una mezcla de alivio y tristeza por parte de la familia de María Cash, quienes, a lo largo de los años, nunca dejaron de luchar por esclarecer la verdad detrás de la desaparición de su hija y hermana. En una breve declaración a la prensa, los familiares expresaron su agradecimiento por los avances en la investigación, aunque reiteraron que su búsqueda no terminará hasta encontrar la totalidad de las respuestas que todavía permanecen sin resolver.
El caso, que había permanecido cerrado durante años, sigue siendo un enigma en muchos aspectos. A pesar de la imputación de Romero, los fiscales han dejado en claro que la investigación continúa abierta, especialmente en lo que respecta al paradero final de María. Se realizarán nuevos rastrillajes en la zona donde se presume que pudo haber ocurrido el crimen, con la esperanza de encontrar nuevos indicios que permitan completar el rompecabezas de esta tragedia.
La imputación de Héctor Romero marca un paso importante en la búsqueda de justicia para María Cash, pero también subraya las dificultades que enfrentan las investigaciones de casos complejos, en los que la verdad puede permanecer oculta durante años. La causa sigue bajo la mirada atenta de los medios de comunicación y la sociedad, que espera que el esclarecimiento total de este caso brinde un cierre a una historia marcada por la incertidumbre y el dolor.