La reforma electoral que dejaron trascender la semana pasada también incluía un recorte en el financiamiento a los partidos políticos. El PRO y la UCR tomaron distancia del oficialismo
La reforma electoral que el Gobierno intentó anunciar formalmente la semana pasada quedó trunca por falta de consenso político y los libertarios de la Cámara de Diputados reconocen que es virtualmente imposible avanzar con la eliminación de las elecciones primarias (PASO) y del financiamiento público a los partidos políticos antes de que finalicen las sesiones ordinarias.
El miércoles de la semana pasada desde el oficialismo convocaron a una conferencia de prensa en Diputados que finalmente no se realizó y tampoco fue reprogramada. Según dejaron trascender desde la Casa Rosada, el anuncio iba a estar relacionado con una oferta a la oposición de mejorar el financiamiento para las universidades a partir del recorte de fondos para los partidos políticos y la eliminación de las PASO.
Los libertarios saben que quitar las primarias beneficia a los partidos de gobierno, ya sean nacionales o provinciales, porque “el poder ordena” y es más fácil llevar adelante una negociación para el armado de las listas. Justamente por eso, los bloques del PRO, la UCR y Encuentro Federal, atravesados por internas de diferente intensidad, tomaron distancia del anuncio casi inmediatamente. “Al PRO un acuerdo con LLA sin PASO los dejaría a merced de la lapicera de Karina Milei”, analizaba con ironía un peso pesado de los “dialoguistas”.
No obstante, los libertarios reconocen que hasta el momento no se ha entablado ninguna negociación formal con el kirchnerismo y también saben que, más allá de la conveniencia coyuntural, sería difícil que voten en contra de una iniciativa que ellos mismos impulsaron durante el primer gobierno de CFK, en 2009.
Por el momento, el oficialismo sigue concentrado en negociar con los gobernadores el proyecto de Presupuesto 2025 y mantiene el objetivo de lograr la media sanción durante la última semana de noviembre. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ratificó esta mañana en una entrevista radial que no están en los planes del Gobierno convocar a sesiones extraordinarias, por lo que el margen de tiempo se reduce a tres semanas.
En tanto, la oposición cuenta los votos para avanzar con una reforma de la ley que regula los decretos de necesidad y urgencia. Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia para Siempre (radicales) lograron avanzar la semana pasada con el dictamen, pero el oficialismo se muestra confiado de poder bajar algunos votos clave. “Todos saben que para nosotros es una línea roja y que avanzar con la reforma de los DNU sería ponerse de la otra vereda”, explican los libertarios. A su vez, como herramienta de disuasión ante el peronismo -que planea convocar a una sesión especial incluso si no tiene los votos- adelantan que podrían aprovechar la apertura del recinto para debatir la privatización de Aerolíneas Argentinas.