Isabel Esteros, tía de Estefanía, dijo “Mi sobrina era una chica dedicada al estudio”, eligió contar para empezar la conversación. Había terminado la secundaria y estudiaba en la UNSa, y “después conoció a este chico Ediberto López”, al que llaman Santiago.
Isabel contó un hecho de violencia que sufrió la familia materna de Estefanía días antes de su desaparición, que puede tomarse como un antecedente de la agresión previa a su extravío. Una perra había atacado a un cachorrito, Santiago se enojó, “agarró un rastrillo”, después de perseguir en vano al animal golpeó con el rastrillo la cabeza del hermano de Keila, luego agredió a toda la familia. En medio de ese descalabro, con el joven golpeado perdiendo sangre de la cabeza, el agresor se fue.
“Nosotros siempre teníamos el temor de que él lleve a mi sobrina”, lamentó Isabel. “Mi sobrina es buenísima, es muy amable, muy sociable” y creía que podía ayudar a su pareja a dejar de consumir “sustancias”. Pero, en cambio, “la alegría de mi sobrina desapareció hace cuatro años, siempre anda triste, trabajando” para conseguir alimentos especialmente para López.
Isabel Esteros dijo que hay denuncias de las agresiones que sufría Estefanía de parte de López, y las agresiones al resto de su familia. Recordó que en una ocasión el joven golpeó con un ladrillo en el estómago a Erminda Esteros, “y mi hermana le tenía terror a él“. “Es como que él aprovechaba que ella estaba sola”, lamentó.
Días después Keila fue a Tartagal y se quedó, como solía hacer su familia cada vez que iba a la ciudad, en la casa de su tío Joaquín Anastacio, en La Mora II. Isabel Esteros contó que en ese lugar fue a verla Santiago, y que por una pariente política de Anastacio saben que el hombre la golpeó nuevamente. El relato de esta pariente es lo último que se sabe sobre el destino de Keila. Nadie de su familia materna la ha vuelto a ver y si bien su teléfono celular aparece encendido, no responde mensajes ni llamadas, una conducta atípica en ella.
Isabel Esteros ratificó que la familia teme por la vida de su sobrina porque “él siempre la golpeaba hasta dejarla de cama“.
Con la ayuda de la Fundación Volviendo a Casa, la familia de Keila está pidiendo colaboración para tratar de ubicarla. Si alguien la vio o supo algo de ella puede informarlo al sistema de emergencias 911 o al teléfono 3873 23-5105.
Estefanía es de contextura delgada, mide 1,45 metros, tiene la tez trigueña, cabello castaño corto hasta los hombros. La última vez que fue vista por sus parientes vestía pollera larga verde, camiseta mangas largas negra, con rosa en los hombros.