Se trata del intendente de San Pedro, Cecilio Salazar, quien tras tomarse licencia y dejar al mando a su hijo, volvió y lo desplazó sin mediar palabras. La insólita disputa familiar ha dejado a empresas que prestan servicios al municipio sin cobrar lo que les corresponde.
En los últimos días de marzo, una irregular disputa por la intendencia dejó a los vecinos de San Pedro atónitos. El intendente, Cecilio Salazar, del partido Fe, había pedido licencia debido a unos inconvenientes personales. Como jefe comunal interino dejó a su hijo Ramón, lo que terminó generando una pelea interna por el poder local.
Al intentar reinsertarse en su puesto, su propio hijo le negó su cargo alegando que “el trato era otro”, lo que generó una evidente disputa por el sillón que, en poco tiempo, se resolvería con el total desplazo de Ramón.
“Me habló por teléfono el domingo (24 de marzo), me dijo que era para hablar unos temas. Yo estaba llevando a mis hijas a una fiesta. Le dije que iba para su casa y me contestó que habláramos por teléfono. Me dijo que Máximo Kirchner le había insinuado que tenía que volver”, reveló Ramón oportunamente.
Con la intención de esclarecer la situación, añadió: “Le dije que el acuerdo era otro, que la idea era que él, desde 2021, fuera a otra función para que yo continuara y fuera el candidato. Me reprochó un aumento que otorgué a los trabajadores, de 20 por ciento para el próximo trimestre, que le parecía mucho”. “Sabía cómo era mi padre, uno no quiere ver. Pero una puñalada así te saca cualquier vendaje”, se lamentó.
Sin embargo, lo insólito del caso no es únicamente la disputa intrafamiliar, sino que a raíz de ella varias empresas que prestaron sus servicios al municipio fueron afectadas y no se le han abonado los contratos ya ejecutados. Una ellas es la productora Cupito Venencio (CV Producciones) que desde hace cuatro años trabaja con la comuna.
En julio del 2022, “nos llaman desde la secretaría de Turismo y Deporte para comenzar a planificar los eventos de verano”, inició contando a este medio el dueño de la productora, Facundo Venencio. Tras esa llamada, “decidimos hacer los corsos, un show que se llama ‘Talentos San Pedro’ y un último espectáculo en el teatro de ‘Anita’ Martínez que duró, aproximadamente, dos meses (con ocho fechas)”.
La contratación fue solicitada por el intendente Cecilio, pero el cierre del presupuesto se llevó adelante con Ramón, por lo que el jefe comunal se niega a abonar tales servicios. Los vecinos participaron en los corsos y en los espectáculos que la productora se encargó de organizar, pero, aún así, el funcionario ofuscado por haber sido reemplazado por su hijo se niega a cumplir con el compromiso pautado por el estado local.
Con la inflación galopante de cada mes, el servicio, más los intereses, el municipio de San Pedro le adeuda 20 millones de pesos a la productora que organizó las últimas festividades de la temporada de verano: “Estamos tratando de que nos paguen, que cumplan con nosotros, por eso estamos judicializando todo”, aseveraron desde la empresa, previendo un conflicto que, en caso de escalar, podría afectar seriamente el futuro de las arcas locales.
