Frente al convenio del gobierno de Jujuy con Mekorot para generar un plan maestro para la gestión de los recursos hídricos teniendo en cuenta la demanda y la oferta hídrica actual y futura, “optimizando” la disponibilidad del recurso (renovable, escaso y vulnerable) y planificar la infraestructura hídrica, observo:
1.- El gobierno no puede disponer del recurso vital a 20 años sin realizar la Consulta Previa, Libre e Informada a las Comunidades Indígenas residentes, según Convenio 169 OIT, de rango constitucional.
2.- La demanda de las mineras de litio es superior a la de todos los pobladores de la Puna y la Quebrada de Humahuaca, agua que se va de Jujuy evaporada; Y la de las mineras de metales pesados son irrecuperables por la contaminación resultante. Y no pagan casi nada por ella.
3.- Se están venteando en la Puna las reservas fósiles depositadas hasta hace 16000 años, último máximo glaciar. Los diques se están colmatando sin adecuado tratamiento.
4.- Mekorot, de origen israelí, ha sido denunciada en estrados internacionales por retacear el recurso al pueblo palestino, afectando sus huertas familiares y su propia supervivencia.
5.- En los últimos 20 años, científicos locales y yo mismo, hemos brindado al estado información y planes de optimización, tratamiento y democratización en el almacenamiento, distribución y administración descentralizada del bien común que sostiene la vida y la producción que debe llegar a áreas rurales hoy privadas en cantidad suficiente y resolver las carencias urbanas.
También preservar para futuras generaciones recursos subterráneos y superficiales.
La financiación es fácil, si las grandes empresas tributan como cualquier jujeño.
Esto generaría miles de puestos de trabajo y terminaría con el drama sanitario de poblaciones que consumen agua contaminada con cianuro, plomo, arsénico y otros, antropogénicos o naturales.
Estos planes incluyen técnicas y métodos tecnológicos, algunos ancestrales.
Lamentablemente, la soberbia de los políticos ha hecho que sean ignorados.
Entrega de este recurso vital, el Agua a una empresa extranjera. Es un paso más a la pérdida de autonomía con esta maniobra que cede este vital líquido a Israelíes.
No sabemos administrar o lo hacemos mal deliberadamente para justificar esta cesión de soberanía. Esperemos que Salta y otras provincias no imiten esta lamentable acción política.