Varias compañías de la Big Pharma admiten en los contratos suscritos con Ecuador que las vacunas anti COVID son en realidad experimentos farmacéuticos, según manifiesta el abogado William Sánchez
La ecuatoriana Paula Roldós quiso entregar un Manifiesto Soberano suscrito por ciudadanos de su país, pero no la dejaron pasar al edificio central de la OMS en Ginebra. “Se negaron a tocar siquiera el documento pues si lo hubieran hecho lo tendrían que haber aceptado”.
«Aquí ha habido un atropello monstruoso de los derechos de los ciudadanos. Fue un experimento social» (William Sánchez, primer abogado que accedió a los contratos)
“La experimentación está prohibida por el código de Nuremberg y otros tratados y convenios internacionales” (William Sánchez)