“Hippies”, “Sucios” y “Vuelvan a su país”, le gritaban los efectivos de la Policía de Jujuy a comuneros, comuneras de las comunidades indígenas que decidieron continuar manifestándose muy cerca de Purmamarca, frente al cruce entre las rutas nacionales 9 y 52. Levantan las mismas consignas de hace sesenta días: “Arriba las whipalas, abajo la reforma” constitucional que implementó el gobernador Gerardo Morales..
Son unas 30 personas, entre ellas ancianos y ancianas de comunidades de la Quebrada, las que permanecen sobre la playa del Río Grande, el hilo de agua que cruza la Quebrada de Humahuaca. Sobre ese punto de acceso vehicular a la turística Purmamarca, la Policía jujeña apostó sus gacebos el lunes pasado, cuando desplazó de manera violenta a las comunidades indígenas que permanecían al costado de las rutas. “Quemaron todo”, denunciaron ese día las comunidades por redes sociales. Pero ayer, la Policía jujeña apostada en Purmamarca, entre 300 a 500 efectivos, hostigó a los y las manifestantes. “Algunos hermanos y hermanas decidimos seguir resistiendo a la vera del Río Grande”, contó a este medio el músico de la Quebrada Ariel Cruz, que comparte la lucha de los pueblos ancestrales por sus tierras, el agua y la caída de la reforma a la Carta Magna jujeña.
El corte de Purmamarca fue el escenario donde las comunidades resistieron por casi dos meses. Pero la violencia verbal no solamente es ejercida desde el lunes contra las comunidades. El músico dijo que “a la gente que solidariamente se acerca” a dejarles mercadería o abrigos, “también les gritan hippies o que vuelvan a su país”. “Les sacan fotos a sus patente, cuando fueron ellos quienes se manejaron y manejan en camionetas sin patente”, añadió recordando la cacería de manifestantes del 17 de junio en Purmamarca y el 20 de junio (tres días más tarde) en San Salvador de Jujuy.