La celebración del Año Nuevo suele ser una ocasión para consumir mezclas de comidas y bebidas no habituales en exceso, lo que facilita el riesgo de infecciones en el tracto gastrointestinal.
Las transgresiones alimentarias, frecuentes durante las fiestas de fin de año, suelen ser causa de trastornos, infección o inflamación de la mucosa del estómago e intestino, lo que se conoce como gastroenteritis, cuando hay vómitos y diarrea líquida; o gastroenterocolitis, cuando hay sangre o mucus en las deposiciones o producen mucho dolor.
Para prevenir estas enfermedades del sistema digestivo, se recomienda precaución en la ingesta de comidas que no son frecuentes en la alimentación diaria.
La mezcla y exceso en este tipo de comidas puede provocar una fermentación intensa que produce diarrea. Lo mismo sucede con las bebidas, cuando se mezclan a nivel de la flora intestinal.
Existen otras diarreas de origen infeccioso, como las estivales o las producidas por las bacterias del género salmonella.
Este tipo de infecciones se generan por una inadecuada higiene de manos, consumo de agua u otras bebidas no seguras y contaminación producida al momento de preparar alimentos.
Cuando el agua a consumir no es segura, se recomienda potabilizarla mediante hervor, enfriarla y consumirla o conservarla en un recipiente limpio y hermético.
Las verduras y frutas deben ser bien lavadas con agua segura. Las carnes y huevos deben estar bien cocidas y los recipientes y utensilios que se utilicen en su preparación deben ser –minuciosamente- lavados.
Otra recomendación importante es mantener la cadena de frío para preservar alimentos, evitando aderezos que puedan descomponerse por la temperatura ambiente.
Un clásico ejemplo de guarnición de fin de año es la ensalada rusa; la mayonesa debe añadirse en el momento de servir, para evitar gérmenes como salmonella y escherichia coli. Asimismo, no es aconsejable guardar esta preparación para el día siguiente.
Al comprar alimentos envasados o enlatados, se debe poner especial atención a la fecha de vencimiento y al estado del envase, desechando los que se encuentren desgarrados o abollados.