En 1934, un comité de investigación de la Universidad de California del Sur confirmó que Rife estaba logrando curar en laboratorio diferentes enfermedades incluido el cáncer con su tratamiento de frecuencias eléctricas. Continuó con éxito su investigación con animales y finalmente, con los doctores Milbank Johnson y Alvin G. Foord consiguió curar a 16 pacientes con cáncer terminal que habían sido desahuciados por la medicina oficial.
Rife describió el tratamiento con su máquina de frecuencias electromagnéticas:
“Con el tratamiento de frecuencias, ningún tejido es dañado, no se siente dolor, no se oye sonido alguno, y no se siente nada. Un tubo luminoso se enciende y tres minutos después el tratamiento está terminado”
Como era de esperar, la industria farmacéutica, que no busca curar sino cronificar para seguir haciendo negocio, lo declaró enemigo número uno: Rife, que trabajaba en la Fundación Internacional contra el Cáncer fue despedido; acusado de fraude, fue perseguido ante los tribunales y desprestigiado por el mundo científico. Murió, amargado y desilusionado, en 1971.
https://www.youtube.com/watch?v=689t0yeH4JU