Internacional – Crece el descontento contra las restricciones: disturbios y violencia durante las protestas anticuarentena en Australia

Miles de personas se unieron ayer en Sídney y Melbourne, las dos mayores ciudades de Australia, para manifestarse contras las medidas de confinamiento estricto decretado para frenar un brote de coronavirus impulsado por la variante delta. En paralelo, ciudadanos se movilizaron en varios países europeos contra el pase sanitario obligatorio.

Las protestas en Australia duraron varias horas y presenciaron choques entre las fuerzas policiales y los manifestantes, quienes al menos 10 fueron detenidos por no respetar las consignas sanitarias.

En Sídney, cientos de policías respondieron a las protestas y varios manifestantes fueron esposados por los agentes. Al menos 57 australianos fueron detenidos y se ejecutaron casi 100 multas por oponerse a la orden de quedarse en casa y participar de las protestas sin mascarilla.

En tanto la policía de Melbourne informó que las movilizaciones tuvieron un saldo de seis detenidos.

Estoy totalmente indignada por los manifestantes ilegales que se encuentran hoy en la ciudad, cuyas acciones egoístas ponen en peligro la seguridad de todos”, dijo en un comunicado Gladys Berejiklian, la primera ministra del estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney. “Los manifestantes han mostrado un desprecio absoluto por sus conciudadanos, que en estos momentos lo están pasando mal”.

El ministro de Policía de Nueva Gales del Sur, David Elliott, explicó que un equipo de detectives revisará las imágenes para identificar y acusar al mayor número posible de personas en los próximos días.

Lo que hemos visto hoy en Sídney es, por desgracia, algo que hemos visto en otras ciudades”, dijo Elliott a los medios tras la protesta. “Está bastante claro que Sídney no es inmune a los imbéciles”, añadió, y señaló que la concentración provocará probablemente un aumento de casos del virus.

Los organizadores de las protestas, quienes convocaron a la gente por medio de las redes sociales, anunciaron que se movilizaban por la “libertad”.

Sídney, una ciudad de más de cinco millones de habitantes, está bajo un nuevo rebrote por la variante delta del coronavirus. En tanto, Nueva Gales del Sur informó el sábado 163 nuevas infecciones, lo que eleva el total del brote actual a casi 2000.

Después de haber escapado a la primera ola de la pandemia, alrededor de la mitad de los 25 millones de australianos están ahora confinados en varias ciudades. Solo el 11% de la población está totalmente vacunada.

Más protestas

En paralelo, varios países europeos son el escenario de movilizaciones en contra del pase sanitario especial Covid-19.

El sábado, 160.000 personas, entre ellas activistas de la extrema derecha y miembros del movimiento de los chalecos amarillos en Francia, protestaron en varias partes del país contra un proyecto de ley que obliga a la población a contar con este pase para entrar a restaurantes y otros recintos y a todos los trabajadores de la salud a vacunarse contra el virus.

En Italia se llevaron a cabo protestas similares al igual que en Chipre durante la semana.

Al grito de “libertad, libertad”, manifestantes congregados en la Plaza de la Bastilla marcharon por el este de París en una de varias protestas de la jornada planeadas en todo el país.

La policía disparó cañones de agua y gas lacrimógeno, aunque la mayoría de las marchas se llevaron a cabo de manera ordenada.

Los senadores debatían el proyecto el sábado luego de su aprobación en la víspera por la cámara baja. El proyecto en debate obligaría a la población a contar con el pase para entrar a bares, restaurantes y otros locales en todo Francia.

Entre los participantes en las marchas se encontraban políticos y activistas de extrema derecha y gente enojada con el presidente Emmanuel Macron. Se dicen molestos por el pase sanitario obligatorio en Francia que ahora es requerido para entrar a museos, cines y sitios turísticos.

Para obtener este pase es necesario estar vacunado, dar negativo en una prueba de coronavirus o demostrar que uno se ha recuperado de la enfermedad.

Agencias AP y AFP

LA NACION

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