Este que se hace llamar Papa y al que nosotros solo reconocemos como Bergoglio, sigue demostrando que es de todo menos lo que, en teoría dice ser. El representante del NOM y de la Agenda 2030 en el Vaticano también ha arremetido contra los no vacunados en unas recientes declaraciones demostrando que a él lo único que le importa es lo mismo que a todos: las terrenales comisiones que le caigan por incentivar la vacunación.
“Negacionismo suicida”, así se ha referido este sujeto a todos aquellos que nos oponemos a esta vacunación experimental. Además, como no podía ser de otra forma, ha animado a todo el mundo a vacunarse para poner fin a esta pandemia. Claro, sin gente no hay pandemia.
Por otro lado, ante la visita que va a realizar el próximo mes de septiembre a Eslovaquia, las autoridades de aquel país han anunciado que solo los vacunados con las dosis necesarias podrán asistir a las misas que se oficien en ese periodo.
Aquí lo importante para Bergoglio no es proteger y pedir por todas las almas, lo importante es que se vacunen y el que no se vacune a perseguirle hasta que se tenga que esconder en una catacumba, tal y como se hacía con los primeros cristianos. Por muy creyente que pueda ser uno es imposible defender a un tipo como este. Imposible.
