“Es una forma de Maldad sin precedentes”. Cuando el exterminio de ciudadanos se convierte en un asunto de estado

“Para que el mal triunfe basta con que las personas buenas no hagan nada,” dijo Edmund Burke.

Y, de hecho es así, el mal prolifera y causa víctimas cuando la gente no toma medidas para detenerlo. Uno de esos casos es el del Partido Comunista Chino (PCCh), que a lo largo de décadas ha matado a decenas de millones de ciudadanos chinos inocentes y ahora está demostrando ser un peligro para todo el planeta. Al ocultar información sobre el brote de la pandemia COVID-19, ha enfermado a la humanidad y ha puesto en peligro las economías de muchos países. Y nosotros, los españoles, hemos sentido y estamos sintiendo plenamente sus efectos destructivos.

Por lo tanto, les pedimos que hagan una contribución concreta, con una firma, al esfuerzo mundial para eliminar el Partido Comunista Chino (PCCh), una organización criminal que representa un peligro para toda la humanidad.

He aquí algunas de las razones por las que el PCCh debe ser recordado como lo más vil y despreciable de la historia.

Coronavirus – El PCCh miente, la gente muere

Pasaron meses para que la máquina de propaganda del PCCh admitiera la gravedad del peligro que representaba el COVID-19 y el hecho de que el virus se transmitía de persona a persona, lo que inicialmente había negado. Era demasiado tarde. El encubrimiento pronto condujo a una pandemia, que resultó en casi tres millones de muertes y más de 180 millones de casos positivos confirmados a ocho de enero de 2021, con las cifras aumentando constantemente. Y se nos advierte que vendrán oleadas sucesivas en el futuro de las cuales una de ellas se está dando en los primeros días de enero 2021. Todo esto podría haberse evitado si el PCCh no hubiera mentido al mundo entero.

A esto se suman las innumerables tragedias humanitarias que han tenido lugar en China debido a los métodos de cuarentena forzosa aplicados por los órganos represivos del PCCh. Familias enteras fueron arrastradas de sus casas a centros de aislamiento mal saneados, las puertas de los apartamentos fueron soldadas por la policía, convirtiendo a los residentes en prisioneros, y así sucesivamente.

Infiltración global – Imperialismo del PCCh

Con el pretexto de ayudar a 68 países a construir infraestructuras de transporte (la “Iniciativa del Cinturón y la Ruta”), el PCCh los endeuda y para compensar dichas deudas, toma posesión de parte de sus recursos naturales como metales raros, minerales, puertos, tierras de cultivo, etc. Al imponer un “imperialismo con características chinas”, aspira a dominar el mundo.

Huawei y el 5G

El 5G es más que una red de telecomunicaciones súper rápida. Si Huawei se convierte en proveedor de la misma, el PCCh podrá básicamente monitorizar las actividades en línea de todos los usuarios. Esto significa que el “Gran Hermano” nos controlará a un nivel impensable y completamente diferente a lo que vivimos actualmente, por su amplitud.

La Persecución de Falun Gong

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una práctica ancestral que incluye un conjunto de ejercicios (llamados “qigong” en la cultura china) y enseñanzas basadas en la observación de los principios de Verdad, Compasión y Tolerancia en la vida cotidiana. La práctica se convirtió en extremadamente popular entre los chinos, gracias a sus probados beneficios para la salud (física y mental), de modo que en pocos años, entre 70 y 100 millones de ciudadanos chinos, se convirtieron en practicantes habituales.

Temiendo la creciente popularidad de Falun Gong, que promovía principios morales universales en directa oposición a la filosofía de lucha de clases y violencia del régimen, el PCCh lo vio como una amenaza, y el ex dictador Jiang Zemin lanzó una brutal campaña para su erradicación, ignorando por completo el hecho de que la práctica era completamente apolítica y ayudaba a decenas de millones de chinos a mejorar su salud y comportamiento en la sociedad de forma gratuita. Millones de adherentes de Falun Gong fueron arrebatados de sus hogares y arrojados a prisiones, campos de trabajos forzados, centros de lavado de cerebro, etc., donde experimentaron abusos inimaginables, y muchos de ellos fueron asesinados.

Iniciada hace 21 años, la persecución de Falun Gong continúa a día de hoy y ha tomado formas que han conmocionado hasta lo más profundo a la humanidad: El peor y más malvado ejemplo de esto es que los practicantes encarcelados son usados como un “bancos de órganos vivos”.

La sustracción forzada de órganos

Con las prisiones llenas de practicantes de Falun Gong en muy buen estado de salud, el PCCh comenzó un programa para “monetarizarlos”. Específicamente, sentó las bases de una industria –en sentido estricto- de recolección forzada de órganos para trasplantes, que trajo y trae enormes beneficios al régimen comunista.

Aunque las principales víctimas son los seguidores de Falun Gong, los demás grupos de presos de conciencia perseguidos por el PCCh están ahora sometidos al mismo tratamiento. Se estima que desde el año 2000 se han realizado más de un millón de trasplantes de órganos ilegales en China. Y los trasplantes, según el modelo del PCCh, significan que los prisioneros de conciencia son sacados de las prisiones, puestos en mesas de operaciones y asesinados, y luego sus órganos son vendidos.

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Hong Kong – El fin de la promesa de “Un país, dos sistemas”

El PCCh prometió que Hong Kong disfrutaría de 50 años de autonomía después de haber sido entregado a China por el Reino Unido en 1997. Pero la realidad ha demostrado que el PCCh nunca tuvo la intención de cumplir su palabra. El 3 de junio, impuso una extremadamente malintencionada ley de “seguridad nacional” en Hong Kong que pone fin de facto a cualquier voz crítica en ese territorio.

Estamos hablando de sentencias máximas de cadena perpetua para los opositores al PCCh. Esta ley ha sido ampliamente condenada por los líderes mundiales y se considera un certificado de defunción para la política de “un país, dos sistemas”.

Es probable que Hong Kong -liderado por el PCCh y con el Jefe Ejecutivo de esa región convertido en un líder títere- se convierta en otra provincia del régimen comunista. Sin embargo, la gente de allí no renunciará fácilmente a sus libertades. A lo largo de los años, se han opuesto a la influencia del PCCh mediante protestas valientes y pacíficas en gran escala, que han sido recibidas constantemente con brutalidad y abuso por la policía controlada por el PCCh. En 2019, un millón de personas salieron a las calles en contra de un proyecto de ley de extradición, que habría permitido al PCCh trasladar a las personas a juicio en China. El acontecimiento desencadenó un movimiento de protesta contra el PCCh y en favor de la democracia, la “Rebelión de los Paraguas”.

Institutos Confucio – Oficinas de inteligencia del PCCh
La expansión de los institutos Confucio por todo el mundo

No, estas escuelas no son para enseñar la sabiduría tradicional de Confucio, sino para enseñar chino a estudiantes extranjeros, entrelazado con la propaganda del PCCh. En 2019, había 530 Institutos Confucio en docenas de países en seis continentes, y el PCCh se había propuesto crear 1.000 de estos institutos para 2020. Afortunadamente, el mundo occidental se ha dado cuenta de lo que está sucediendo y se resiste. Algunos ya han sido cerrados después de que se hayan presentado graves cargos contra ellos.

Específicamente, en varios países occidentales, los Institutos Confucio han sido acusados, entre otras cosas, de espionaje a favor del PCCh, robo de propiedad intelectual y reclutamiento de agentes para los servicios de inteligencia chinos.

El programa de los “Mil talentos”

El PCCh ha estado robando la propiedad intelectual de los países occidentales durante más de 20 años para aumentar su fuerza militar y económica. El Programa de los Mil Talentos atrae y alienta a los académicos extranjeros a participar en el espionaje económico y el robo de la propiedad intelectual. Un ejemplo de tantos: Un académico chino participante en el Programa de los Mil Talentos, había descargado 300.000 documentos de un laboratorio antes de regresar a China, y esto es sólo la punta del iceberg.

El PCCh, en guerra con la fe

El comunismo se basa en el ateísmo. Adoctrina a la gente para que no crea en Dios, y ataca la moralidad humana. A lo largo de sus años de tiranía, el gobierno del PCCh ha destruido o puesto bajo su control incontables monasterios y templos, y en paralelo, ha arrestado a creyentes de todas las religiones – cristianos, católicos, musulmanes, y budistas. El objetivo final del PCCh es que su pueblo adore al partido como el ídolo único. Un régimen que actúa verdaderamente como una secta.

Política de Hijo único (1979 – 2015)

El PCCh controla todos los aspectos de la vida de sus ciudadanos, incluida la vida familiar y con ello, el tamaño de la población. Durante este periodo de poco más de 35 años, cuatrocientos millones (400.000.000) de nacimientos fueron “prevenidos”. Dicho en palabras reales, asesinados antes de que nacieran. Las parejas se enfrentan a castigos y multas si dan a luz a más de un niño. Numerosas mujeres fueron obligadas a abortar, e innumerables bebés fueron asesinados antes – y en algunos casos incluso justo después – de nacer.

Terror y Sangre – La Revolución Cultural
Jóvenes de la Guardia Roja cortan el pelo “estilo Mao” a un oficial, en la Revolución Cultural. © Kyodo

Imagine a una nación entera convirtiéndose en fanáticos seguidores de la ideología comunista de Mao. Los Guardias Rojos de Mao fueron adoctrinados con la misión de “destruir el viejo mundo” y “establecer un nuevo mundo”. Con tan “nobles” ambiciones en mente, estos adeptos ejecutarían, torturarían y avergonzarían públicamente a los “enemigos del comunismo”, que podrían ser sus vecinos, sus -en otro tiempo- apreciados maestros, o incluso sus padres. La Revolución Cultural se prolongó por 10 años. Afectó a cientos de millones de personas, y se perdieron millones de vidas. Pero el daño no se limitó a la muerte física de tantos; aún peor, al romper violentamente las normas morales tradicionales chinas, desgarró el alma de la nación y destruyó sus 5.000 años de espléndida cultura.

Terror y Sangre – La Masacre de la Plaza de Tiananmen
El hombre del tanque de la Plaza de Tiannamen © Charlie Cole, Jeff Widener, Stuart Franklin y Arthur Tsang

La masacre de la Plaza de Tiananmen tuvo lugar el 4 de junio de 1989, poniendo fin a meses de manifestaciones de estudiantes chinos que exigían la erradicación de la corrupción endémica en el seno del PCCh. En el año 1989, animados por la atmósfera política más abierta de los años 80, los jóvenes chinos pusieron sus esperanzas en un gobierno que se llamaba a sí mismo “del pueblo”. En un momento dado, cuando la crisis económica amenazaba y la corrupción empeoraba, los estudiantes creyeron que podían iniciar un diálogo con los líderes de la nación para hacer del país un lugar mejor. Se dirigieron a la Plaza Tiananmen para desplegar pancartas con mensajes democráticos y esperanzadores. Esperanzas que fueron ahogadas en un baño de sangre, ya que el Partido con el que pensaban que podían dialogar envió tanques y ametralladoras contra ellos.

El Movimiento Tuidang – Los chinos están renunciando al PCCh y sus asociaciones afiliadas

A lo largo de décadas, un gran número de chinos han sido engañados o forzados a unirse al PCCh y sus organizaciones afiliadas. Pero muchos comenzaron a despertar y a ver más allá de la propaganda oficial del Partido Único. Así nació el Movimiento de Renuncia al Partido Comunista Chino (Movimiento Tuidang), que atrajo a más de 350 millones de chinos. Y el número crece constantemente, lo que ha producido un fuerte impacto en todo el aparato del régimen comunista.

Esta larga lista de crímenes debe terminar. Por favor, firme la petición apoyando la eliminación del Partido Comunista Chino. Durante demasiadas décadas, la muerte ha estado recorriendo China y, más recientemente, el mundo, por las malintencionadas acciones del Partido Comunista Chino.

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