Seguramente la discusión sobre la herencia de Diego Maradona llevará mucho tiempo y, casi seguro, una extensa cobertura periodística. Según sus allegados implica una cifra millonaria en dólares pero, además de los bienes materiales, el mayor ídolo de la historia argentina también dejó atesorados bienes inmateriales, cuyo valor depende de valores simbólicos que motivaron su conservación.
Parte de ese tesoro, Maradona lo “escondió” en una empresa de almacenamiento de objetos ubicada en la localidad bonaerense de Beccar, donde hay objetos como regalos de Fidel Castro, excentricidades de Dubai o prendas emblemáticas invaluables para Maradona.
Según el inventario que fue celosamente guardado hasta que comiencen los trámites judiciales de la herencia, existen 200 objetos en el contenedor, todos imposibles de cotizar a otra cosa que valor coleccionista.