Un equipo de investigadores del Conicet, liderados por Hugo Luján, bioquímico y doctor en Ciencias Químicas, desarrollaron exitosamente una vacuna contra el Sars-CoV-2 que se puede administrar por vía oral.
Sin embargo, y pese a los alentadores resultados no recibieron los fondos del Estado. “Nos presentamos a convocatorias que se realizaron para tal efecto, pero no salimos seleccionados”, precisó en entrevista con este medio el investigador.
Mientras que en el país se están fabricando las vacunas desarrolladas en otros países, Luján lamentó que “los argentinos no confíen en sus propios investigadores”.
Cabe destacar que esta resolución del gobierno es muy grave, aún más la persecución que hicieron el con este profesional, hoy este hombre está sin un peso.
Pero el meollo es que este accionar sólo tiene como objeto favorecer a Hugo Sigman el poderoso que financia las campañas de todos los políticos.
Al ser consultado por esta situación el médico aclaró: “no me retiré, publicaremos los resultados pronto”.
“El gobierno no quiere que le arruine su negocio. Como siempre. Estaban todos. Vieron mis resultados, les sorprendió lo avanzado, pero me dijeron que no van a apoyarme y que no hable de eso para no crear falsas expectativas”.
Es lógico que este proceso que podría ser venturoso, el poder elaborar una vacuna sin contenido gravísimo para el cuerpo, con un bajo costo y un alto redito científico es abortado por las autoridades que tendría que promover el progreso y avance del pueblo, lamentable resolución dejando de lado una investigación de altísimo valor cultural, económico, social y científico.
La autoridad del país está siendo sesgada y cancelaron este proyecto llevado a cabo por investigadores córdobeses, dejando entrever que desde el gobierno argentino, prefieren y priorizan a las voces científicas del extranjero, en vez de las voces internas, de nuestro país.