Una de las manifestantes, Patricia Bruzzo señaló que no quieren ser conejillos de indias con la utilización de una vacuna experimental como lo que quiere utilizar el Gobierno Nacional.
RIO GRANDE.- Un grupo de vecinos, en su gran mayoría docentes, se manifestó en la tarde de este sábado en la Plaza de las Américas. Una de las manifestantes, Patricia Bruzzo explicó que lo que piden es no ser conejillos de indias con vacunas experimentales como las que quiere utilizar el Gobierno Nacional.
La Docente explicó que “en mayo, un grupo de médicos le pidió al presidente los ensayos clínicos del dióxido de cloro para la cura del COVID-19”.
Recordó que “en este momento hay 19 países en la Coalición Mundial Salud y Vida, (CoMuSaV), junto a Médicos de la Verdad que son las dos agrupaciones que están tratando de despertar a la población con esto que es una “Plandemia” porque es un plan de vacunación compulsiva.
Quiero aclarar que nosotros no estamos en contra de una vacuna lo que no queremos es que esta vacuna que es experimental, se pruebe con nosotros sino que queremos que sea voluntario.
El que quiera vacunarse que lo haga. Nosotros no queremos la vacuna experimental y tenemos experiencia con lo que pasó con la vacuna del Papiloma Humano en África que mató a gran cantidad de niñas africanas y otras miles terminaron estériles y ahora nosotros no queremos ser concejillos de indias”.
Otros de los manifestantes, Pedro Di Baía, explicó que “no se está en contra de las vacunas pero sí en contra de ésta vacuna en particular por los elementos con los que la preparan”.
Sin embargo aseguraron estar de acuerdo con la utilización del CDS para tratar el COVID-19. “Nosotros estamos de acuerdo con el CDS porque lo hemos probado y nos ha dado resultados excelentes.
Tenemos conocimientos de médicos que a nivel mundial que han salvado más de 11 mil vidas en situaciones casi terminales.
Cuando los protocolos que habilitan los médicos en los hospitales llegan a su límite, estos doctores han logrado salvar vidas a través del CDS como también lo hacen con el ibuprofeno aspirado pero lo permiten recién cuando la persona está por morir y, sin embargo, esas personas salen adelante”.
Di Baía cerró al asegurar que “lo que pedimos es que la ANMAT que es el organismo que indica que este producto es tóxico, que presente los estudios clínicos pertinentes”.
El Ministerio de Salud no lo autoriza
Según se dio a conocer desde la cartera sanitaria de Nación, ingerir dióxido de cloro puede causar irritación en el esófago y estómago, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea e intoxicaciones severas, que pueden incluir graves trastornos hematológicos, cardiovasculares y renales.
Ante estos peligros, el Ministerio de Salud de la Nación recuerda que la utilización de dióxido de cloro para el tratamiento de COVID-19 u otras enfermedades, no cuenta con estudios que demuestren su eficacia y no posee autorización alguna por parte del Ministerio para su comercialización y uso.
Por otra parte, en caso de síntomas compatibles con el COVID-19 no debe automedicarse y tiene que comunicarlo al sistema sanitario de su respectiva localidad para su correcta atención.
Fuente: 19640 Noticias
