El intendente Diego Sumbay le informó a 6 empleados (5 mujeres madres de familia y un varón) que a partir de la fecha dejaban de trabajar en el municipio.
Esto cayó como un balde de agua fría a las 5 madres de familia y a un joven trabajador que desempeñan sus tareas desde hace varios años en el municipio y que en la gestión anterior habían conseguido sus primeros contratos de trabajo lo que les garantizaba cierta estabilidad laboral.
Ligeramente en las redes sociales se conoció la noticia provocando consternación no solo en los allegados a estos trabajadores, sino parte de los vecinos y, mucho más aún, a buena parte de los empleados del municipio.
“Pedimos que nos devuelvan el trabajo, no somos de planta política ni de permanente, trabajamos hace varios años, queremos tener algo más seguro, con el poco sueldo que tenemos, nos damos vuelta como sea, el intendente no quiere dar la cara, vamos a pelear hasta el final”, dijeron en declaraciones a los medios.
Por último, las empleadas despedidas resaltaron que les parece una medida injusta, siendo que tienen conocimiento, de gente apoyada por el intendente mediante contratos políticos, que llegan a cobrar en mano más del triple, de los que ellas ganan.