Una ciudadana responsable de barrio Don Santiago ejerció su derecho ambiental, intervino justo cuando dos operarios que no contaban con los permisos correspondientes de Medio Ambiente, comenzaban a cortar las ramas de y logró evitar la tala total del ejemplar.
Ante la excusa de que necesitaban “bajar” la planta por cuestiones de seguridad, la defensora ambiental les argumentó: “Esto es un árbol, una vida y ustedes no pueden derribarlo así nomás”. De esta manera, el valiente accionar permitió que esta fuente de vida, siga en pie brindando oxígeno y alivianando con su sombra los días de mucho calor.