En Salta esta tarde se convocaron organizaciones de Derechos Humanos y colectivos LGTB para manifestarse en contra de la violación que sufrió Lucas, un joven trans de Tucumán, el día miércoles último.
La concentración se hizo frente a la Jefatura de la Policía, en la capital salteña, para luego trasladarse hacia la Legislatura.
Matías, un chico trans manifestó “organizamos este repudio para pedir justicia por Lucas nuestro compañero de Tucumán que fue violado. Acto aberrante que repudiamos porque no podemos tener esa ideología de odio . lo mas triste de esto es que la policía estuvo en la esquina de donde estaba siendo violado y nadie hizo nada y cuando fue a dar la denuncia no se la quisieron tomar“.
Hace algunos días atrás, colectivos trans se manifestaron en el mismo lugar para pedir que la policía deje de perseguir a las compañeras. La “ideología de odio” solo puede responder a la ignorancia de creer que las personas trans padecen de una enfermedad que debe ser curada.
Hablamos de personas con derechos y obligaciones, el calvario de Lucas lo viven todos los días muchas mujeres trans por no tener una salida laboral que las contenga.
La discriminación es carta ordinaria en la sociedad, pero las instituciones y los funcionarios públicos deberían dar el ejemplo.
El caso
El miércoles, un joven trans de 24 años denunció que ese día tres desconocidos lo interceptaron en calle Paso de los Andes, casi Italia, y que sufrió un ataque sexual. “Era obvio que me venían a robar. Les entregué la billetera y el celular en el acto. Pero aun así comenzaron a golpearme hasta que no di más y me caí al piso. Ellos pensaron que yo era un chico gay, porque me decían ‘ahora te vamos a hacer machito, puto’”, relató la víctima.
El joven dijo que los sospechosos, mientras lo seguían golpeando, comenzaron a quitarle la ropa. A través de un video por Facebook, contó que es transexual, que hace poco más de un año había comenzado la terapia hormonal y que cambió su DNI. Además, remarcó que no recordaba si el abuso fue o no con acceso carnal. “Llegué llorando y le conté a mi tía que me habían robado el celular. Ella me preguntaba si eso era todo lo que había pasado y yo le decía que no sabía. No quería saber. Hasta que ella me señaló el pantalón y ya estaba sangrando”, recordó.
Al presentarse en la seccional 6°, los policías -dijo- recibieron la denuncia sólo por robo y agresiones, no así bajo la figura de abuso. “No pusieron nada, pero nada, de la violación. Les dije que dejaran constancia, y me cambiaban de tema, no me escuchaban. Me mandaron a un médico forense en la Subjefatura de Policía, en la Chile y San Miguel, pero por las lesiones, no por la agresión sexual. Estuve dos horas esperando y recién me dijeron que el médico no iba a llegar, que venga a ver si lo encontraba a las 18 o que directamente mañana (por hoy)”, relató a un medio local.
https://www.youtube.com/watch?v=NYIJot1RvLM
