Previendo posibles enfrentamientos en las próximas semanas, la policía disparó el sábado balas de goma y roció gas lacrimógeno contra los simpatizantes que esperaban a que Lula aterrizara en un helicóptero de la policía en Curitiba.
Previendo posibles enfrentamientos en las próximas semanas, la policía disparó el sábado balas de goma y roció gas lacrimógeno contra los simpatizantes que esperaban a que el expresidente Lula da Silva aterrizara en un helicóptero de la policía en la ciudad de Curitiba, en el sur del país, en donde cumplirá una sentencia de 12 años de cárcel por lavado de dinero y corrupción.
Pocas horas antes, Lula tuvo que pedirles a sus guardaespaldas que abrieran paso de un sindicato de trabajadores metalúrgicos en un suburbio de Sao Paulo para entregarse a la policía; sus simpatizantes intentaban evitar que fuera detenido.
Hablando ante miles de simpatizantes en el sindicato que fue el lugar del nacimiento espiritual del ascenso de Lula al poder, el ex líder dijo que se entregaría a fin de continuar combatiendo su condena de corrupción que, destacó, era simplemente una manera como sus enemigos pretenden impedir que se postule y posiblemente gane de nuevo la presidencia en octubre.
Cuando Lula intentó primero salir de la sede del sindicato de trabajadores metalúrgicos en el que se había resguardado para entregarse a las autoridades, decenas de simpatizantes bloquearon una salida donde un vehículo con el ex mandatario abordo intentaba retirarse.
Fuente: El Tribuno