Luego del fallo por seis votos contra cinco, el Supremo Tribunal Federal negó el recurso de hábeas corpus presentado por la defensa de Lula da Silva, por lo que el expresidente podría ir preso en cualquier momento, aunque aún no tenga condena firme. Las repercusiones fueron rimbombantes.
El expresidente ecuatoriano Rafael Correa señaló: “Todos sabemos que su crimen es haber sacado a 38 millones de brasileños de la pobreza, sin someterse a las élites”. El presidente de Venezuela, Nicolas Maduro, dijo: “La derecha, ante su incapacidad de ganar democráticamente, eligió el camino judicial para amedrentar a las fuerzas populares. Más temprano que tarde vencerá la Patria Grande”. “Sólo la reacción del pueblo brasileño puede detener el asesinato de la democracia”, afirmó el candidato a presidente de Colombia Gustavo Petro.
“Brasil es un polvorín social que puede estallar en cualquier momento”, consideró el politólogo, sociólogo y escritor Atilio Borón. En diálogo con Ana María Careaga, resaltó que “es evidente que todo se desencadena con un hecho indiscutible: si hay elecciones, gana Lula”.
Agustín Rossi, jefe de los diputados del kirchnerismo, dijo que la detención de Lula da Silva “va a generar una tensión social enorme en Brasil”, y que “en general, cuando vienen estas olas regionales, terminan repercutiendo en el conjunto de los pueblos”.
