Entrevista a Valeria Selinger sobre “La Casa de los Conejos”

A fin de 2017 se terminó de grabar en Ensenada (Provincia de Buenos Aires) La Casa de los Conejos, adaptación del libro homónimo de la escritora Laura Alcoba.  La historia se centra en el ataque de los militares a la casa de Daniel Mariani y Diana Teruggi donde funcionaba la imprenta de Montoneros.  Daniel y Diana son el padre y la madre de Clara Anahí, la nieta de Maria Isabel “Chicha” Chorobik de Mariani, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo.  Clara Anahí fue secuestrada (cuando apenas tenía 3 meses) en el ataque a la casa de Daniel y Diana (asesinadxs en ese momento) y su identidad fue robada y sustituida por otra.  La adaptación del libro al cine la realizó Valeria Selinger con quien estuvimos charlando sobre la película:

¿Cómo te acercaste al libro La Casa de los Conejos?

Fue por una casualidad: mi mamá vivía en Barcelona y tenía el libro.  Unos meses después que se publicó la versión en español (NdR: la versión original es francesa y se titula Mànege), mi mamá me dijo “tomá, este es un libro que te va a gustar”.  Y,efectivamente, me gustó: lo leí de un tirón y me encantó.  Vi un poco parte de mi vida proyectada en esa historia y puntos en común con mi infancia.  Y también vi algo que era universal: el tema central del libro (más allá del contexto en donde está centrada la historia) es la universalidad de la infancia.  Eso fue lo que me tocó y también me gustó mucho, el tratamiento que tenía el libro, la parte irónica, el toque de humor y, por supuesto, la escritura.  Me pareció que era un libro cuya historia era muy visual y que podía darse una buena película.

Una de las características de este libro es que es la mirada de una nena de 8 años sobre una temática tan cruda como la dictadura.  Teniendo en cuenta que es tu primera ficción, ¿cómo fue realizar esa mirada? (NdR: El trabajo de Valeria hasta esta película se centraba en documentales)

La mirada es el punto central de la historia: la mirada infantil.  Contar desde una niña es la columna vertebral de la historia, es lo que más me interesa y lo que más reluce del libro que está contextualizado en Argentina en los años ’70.  Para mí lo importante fue cómo esta niña vive en el medio de adultos una situación que le tocó vivir (que no pidió ni le preguntaron si quería).  La mirada a nivel cinematográfico había varias maneras de hacerla, y la que terminó siendo es en la que todas las escenas se cuentan desde cómo las ve esta niña, no desde cómo ocurrieron.  No hago una evocación a cómo vivían o no vivían los Montoneros sino cómo esta niña veía a su madre montonera y a todo el grupo de militantes que acudían a esta casa.

¿Cómo fue trabajar la temática de la dictadura con una nena de 8 años?

La pregunta se puede desdoblar.  No es lo mismo tratarlo con una nena de 8 años que tratarlo con Mora (NdR: la protagonista de la película).  Siempre me siento muy cercana y apegada a la infancia en general.  Mora en particular, como es nieta de desaparecidos – a pesar de sus cortos 8 años- una de las cosas que ella me contó fue cómo sus abuelitos desaparecieron.  Y me lo contó desde un enfoque muy adulto, entendiendo de lo que estaba hablando y su implicancia: cómo ella lucho porque su abuelita fuera conmemorada en su jardín de infantes.  Es decir, con total conciencia de lo que me estaba contando.  Dudé mucho en la parte final del casting porque había otra nena que tenía más experiencia laboral en ser actriz y porque Mora (más allá del hecho de que nunca había actuado) era, justamente, parte integrante de esta parte de la historia argentina.  Me planteé que esto podía ser un punto a favor como un punto totalmente en contra porque ¿quién me dice que se pone a actuar algo tan cercano a la historia de sus abuelitos y capaz a los dos/tres días se quiebra y me dice “no lo quiero hacer más”? Lo hablé con la madre (que me dio el visto bueno) y confié en mi instinto.  Mucha gente me decía que iba a ser muy difícil con una nena que no era actriz, pero cuando mostré los videos a todos les pareció que tenía que ser Mora.  Una pequeña genia que, ahora que estoy en la primer fase de montaje, veo cada una de las tomas que hizo y la verdad es que no se equivoca nunca.  Tiene siempre la buena actitud, el buen gesto, la buena actuación.  Es como algo innato y además maravilló a todo el equipo y al resto de los actores.  Estuvo perfecta su actuación.

¿Cambia la mirada del espectador sobre la temática al presentársela desde la mirada de una nena?

Para mí, yo no estoy planteando una temática desde el lado de una nena sino que estoy contando una historia desde la mirada de una nena.  En toda historia hay una temática, en todo espectador hay una manera de percibirla y depende de qué grado de compromiso tenga cada espectador con los derechos humanos.  También enfocarlo desde una niña le quita un peso dramático a la historia que, aunque no deja de ser terrible, lo ubica desde otro lugar.  Ya de por sí que una niña vea muerte o esté presente en la dictadura es todavía más fuerte que en adultos.

Toda película tiene un objetivo o una razón de ser, ¿cuál es el objetivo de La Casa de los Conejos?

No comparto, mi único objetivo de cada película que hago es la necesidad de contar la historia.  No sé si hay un objetivo más allá de ese y si tengo la necesidad de contarla es porque creo que habrá espectadores que quieran verla.  Para mí funciona más por necesidad que por objetivo

¿Y la necesidad de esta película cuál es?

El punto fundamental es la búsqueda de Clara Anahí y que se sepa rápidamente quién es.  Si Chicha Mariani llega a conocerla sería genial e histórico.  La película en sí es una historia que tiene que ser contada. Y la única manera de que en cualquier sociedad en la cual pasaron cosas tan sangrientas, como en la sociedad argentina, sean recordadas para que no vuelvan a ocurrir es contándolas y entendiéndolas.  Hacer una película contando esta historia es un modo de contar parte de lo que ocurrió contribuyendo a la necesidad de memoria, de construir la memoria.  Es como el holocausto: hay muy pocas personas que quedan vivas de las que sobrevivieron y la única manera para que esa historia se siga teniendo en cuenta y que nunca más vuelva a pasar es trasmitirla y contarla.  Una película tiene esa posibilidad: la de trasmitir.

La película está en etapa de montaje, ¿cuándo estará terminada y cuándo la podremos ver en Argentina?

Faltan todavía unos meses, espero que sea este año pero no te puedo decir una fecha exacta…

Más allá de lo que comentaste sobre las escenas de Mora (con quien te quedaste gratamente sorprendida), ¿estás conforme con el material logrado?

Sí, estoy muy contenta porque tuvimos un casting de primera: Darío Grandinetti, Miguel Ángel Solá, Guadalupe Docampo, Paula Basca, Patricio Aramburu…  Toda gente de primera y el resultado fue muy bonito.  La verdad que sí: estoy muy contenta.

Fuente: Revista PPV

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