La posible declaración de “interés público” del desarrollo de la infraestructura convergente; la participación de ARSAT como un jugador cooperante y la intervención del propio Estado provincial como oferente.
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La decisión del gobierno de Juan Schiaretti de crear la Secretaría de Comunicaciones y Conectividad –la cual reportará directamente al gobernador– y la propia advertencia del primer mandatario en el sentido de que “no se permitirá” que en Córdoba se consoliden monopolios en esta industria son señales claras de lo que se viene en esta materia.
“Las herramientas para inhibir el impacto de cualquier posición dominante en el mercado del cuádruple play están dadas; el tema es que luego esas herramientas se pongan en acción”, explicaba un experto en la industria. Para este analista, el escenario particular de Córdoba podría proyectarse a la luz de tres claves que actuarían como “escudo protector” ante posibles predominios de algunos de los jugadores del negocio. Ellas son:
1-Nueva Ley Nacional de Comunicaciones Convergentes. En el seno del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) se están debatiendo dos proyectos que buscan reemplazar a las leyes 26.522, de Medios, y la 27.078, de Argentina Satelital.
Uno de ellos es impulsado por Silvana Giudici, directora del Enacom y encargada de la comisión redactora de la ley; el otro, por la dupla Alejandro Pereira (director del Enacom) y Hernán Huici (secretario de las TICs).
Aunque las iniciativas difieren en varios puntos, coinciden en considerar de “interés público” a las comunicaciones convergentes y de “utilidad púbica” a la instalación, operación y mantenimiento de infraestructura destinada al desarrollo de las redes de comunicaciones electrónicas. Bajo esta concepción se dotaría al Estado de la facultad de avanzar reglamentariamente sobre el mercado y el servicio de las comunicaciones en caso de probarse una ilegalidad o un perjuicio para la sociedad en materia de acceso.
Con una ley nacional de este tipo como paraguas y la respectiva adhesión de las provincias, existiría el marco regulatorio y el poder de aplicación necesarios para desactivar los desequilibrios que generan los monopolios sobre los tendidos.
Es clave que ello ocurra en Córdoba porque como advierte el experto Enrique Carrier (Carrier & Asociados) “existe una importante superposición geográfica de las redes de ambos operadores (Cablevisión y Telecom)”. Esto implica entonces que “en muchas de sus zonas se pasará de dos a un proveedor, reduciéndose la competencia, así como las opciones de los consumidores”.
Los proyectos que debate el Enacom no se circunscriben a la infraestructura; también hay cláusulas referidas a los contenidos. Una de las propuestas habla de “gratuidad” de la recepción de las emisiones en casos de eventos deportivos donde el país esté representado (ejemplo: el Mundial de fútbol de Rusia); la otra, establece que “toda persona tiene derecho a acceder a los contenidos informativos, culturales, deportivos y de otro género, que sean declarados de interés general relevante, mediante la recepción gratuita y directa en todo el territorio nacional”.
2- Arsat como un jugador disruptivo. Con el Plan Federal de Internet, la empresa nacional ARSAT ya empezó a romper el paradigma de poder que suponía la consolidación del mercado a través de una megafusión. Sólo en Córdoba está desplegando una red troncal de fibra óptica que brindará Internet a 107 localidades del interior.
Si bien el objetivo primero de esta infraestructura es dar conectividad gratuita a 109 escuelas, también ofrecerá banda ancha a prestatarias y empresas de telecomunicaciones locales. Igualmente, grandes operadores como Telefónica o América Móvil estarían interesados en alquilar el tendido de ARSAT para expandirse en la provincia con cuádruple play, incluyendo también a esos efectos la importante capacidad satelital que tiene la empresa del Estado.
3- La Provincia terciando en el juego. La estrategia del Gobierno provincial es impactar en las condiciones del mercado convergente operando como un jugador relevante, tanto por alcance de tendido como por precio competitivo. Para ello esgrime dos cartas fuertes: los cableados ya realizados por Epec (que opera Epec Telecomunicaciones) y la fibra óptica que se montará sobra las obras de los sistemas gasíferos.
Todo por ganar. Para la Administración Schiaretti, una apuesta fuerte a la industria de la convergencia de telecomunicaciones implica ganancias en diversos frentes.
En 2018, este sector será una de las locomotoras de inversión y generación de empleo. Entre Telecom, Telefónica y Claro tienen previsto activar proyectos hasta diciembre próximo por US$3.000 millones (cerca de 0,5% del PIB).
A mediano plazo, la maduración del ecosistema de la economía digital genera impactos en los ámbitos económico y social. Según Cepal, en Argentina contribuye al PIB con un 2,2%; pero, además produce mejoras aceleradas en las prestaciones de servicios públicos esenciales como seguridad, educación y salud, en regiones remotas y a un costo eficiente.
Estar presente en cada pueblo del interior con rutas, gas, conectividad, salud, seguridad y educación garantiza a Schiaretti pavimentar el camino que lo conduce a su proyecto 2019. Si en ese trayecto crea incomodidad a un virtual monopolio de gran poder como Cablevisión-Telecom, el retorno positivo de su apuesta puede ser mucho mayor que las rispideces que se le genere con el corporativo privado.
Simplemente, porque lo que está en juego es la posibilidad misma del desarrollo de la provincia y con él, la conservación del poder político.