La Comisión Directiva de ADIUNSa adhiere y convoca a los docentes y a la comunidad universitaria en general a participar de la movilización contra las reformas laboral, previsional y tributaria que se realizará hoy 29 de noviembre, en unidad con otros sectores sindicales y sociales. La convocatoria es a partir de las 18 hs. en Córdoba y San Martin.
Como parte de la Reforma Previsional el gobierno planea eliminar o limitar los regímenes especiales, entre ellos los que se aplican a los docentesque trabajan en las universidades (leyes 26.508, 22.929 y decreto 137/05),por lo que quedarían sin efecto el 82% y el 85% actualmente vigentes.
El equipo económico quiere “ahorrar” a costa de los regímenes jubilatorios que se aplican a distintos grupos de trabajadores; cuenta con el aval del Pacto Fiscal firmado con todos los gobernadores, excepto uno, donde acordaron avanzar contra las “inequidades” del sistema y contra las “jubilaciones de privilegio”.
El diario Clarín tituló días atrás que “avanzan contra los privilegios para ahorrar $79.000 millones”; en la nota se explicita que la arremetida incluye a las jubilaciones de los docentes, confundiendo a los regímenes especiales con los diferenciales y con los de privilegio.
En ningún momento se menciona que los docentes, de manera similar a los beneficiarios de otros regímenes especiales, realizan un aporte adicional del 2% para sostener esos sistemas. Peor aún, el gobierno y los medios afines (casi todos) hablan de “privilegios” para referirse a nuestras jubilaciones, cuando nada dijeron del perdón fiscal masivo instrumentado mediante el “blanqueo”, ni la condonación de deudas a las compañías energéticas, ni el pago de intereses abusivos a los acreedores externos, tenedores de Lebacs, etc.
Además, la reforma propuesta congelaría el poder adquisitivo de las jubilaciones, ya que se actualizaría según la inflación promedio(aunque luego se introdujo una modificación menor a la iniciativa, contemplando que una parte de los incrementos sigan a los salarios). La modificación terminará deteriorando los haberes de los jubilados, dado que los jubilados destinan un mayor porcentaje de sus ingresos a alimentos, tarifas y remedios, sus salarios alcanzarían cada vez menos, ya que esos productos muestran incrementos de precios por encima de la inflación.
Cabe señalar, además, que la aplicación de la fórmula comenzaría en marzo otorgando un aumento en base a los indicadores de sólo 3 meses, pese a que habrán transcurrido 6 meses sin mejoras; por eso el aumento inicial sería de alrededor de 5,7% cuando con la aplicación de la fórmula actual debería ser de alrededor de 12%. El nuevo sistema arrancaría recortando los sueldos de los jubilados.
Reforma Tributaria: las empresas pagarán menos por Ganancias, lxs trabajadorxs tributaremos más.
El proyecto de reforma tributaria, por su parte, quita impuestos a las empresas y al mismo tiempo reduce los ítem que permiten reducir el monto imponible. Esto implicará que los trabajadores pagaremos más, y también habrá más trabajadores que paguen.
En concreto, el monto sobre el cual se calcularía el impuesto incluiría en adelante los viáticos, movilidad, bonificaciones especiales, riesgo profesional y otros adicionales que actualmente no se cuentan.
Los impuestos que se agregan, y que dicen obedecer a razones de salud (bebidas azucaradas, cigarrillos, por ejemplo), son de carácter regresivo, como todo impuesto al consumo: afecta en valores iguales a quien tiene altos ingresos como a quienes menos perciben.
El único rasgo “progresivo” del proyecto es gravar algunas actividades financieras; sin embargo, tal cambio permitiría al Estado recaudar un monto insignificante del sector que más altas ganancias tiene en los últimos tiempos y que se beneficia con medidas como las altísimas tasas de interés que se pagan a las Lebacs y a diversos instrumentos financieros.
Reforma Laboral: para que despedir sea más barato, y para aumentar el trabajo precario
Con los cambios que se proponen en ese proyecto se reducirían los montos por indemnización, se crearían más formas de trabajo precario y se daría un mayor poder a la patronal para imponer condiciones laborales.
Son varias las figuras precarias que plantea el proyecto: los “trabajadores autónomos económicamente dependientes” serían trabajadores sin contrato, sin protección legal y sin horarios estables; los “pasantes” serán estudiantes que cobrarán bajos salarios y no harán contribuciones a la seguridad social.
Se propone también la creación de un “fondo de desempleo”, por el que se hará un aporte a una entidad financiera que permitirá que el despido le salga gratis a la patronal.
Otro aspecto que se profundiza en el proyecto es la posibilidad de que los empleadores varíen las condiciones de trabajo de los empleados; en la Universidad tenemos
ejemplos de estas prácticas, cuando se exige a docentes que den más asignaturas de las que están previstas en sus designaciones, cuando se les cambia horarios o incluso la sede.
El marco que propone el proyecto apunta a generar una mayor cantidad de desocupados dispuestos a aceptar condiciones de trabajo más desfavorables y salarios más bajos, al tiempo que desarticula la fuerza de las negociaciones colectivas. Todos los trabajadores nos veremos afectados por ese nuevo modelo, no sólo quienes estén comprendidos en la Ley de Contrato de Trabajo.
No podemos olvidar, además, las palabras recientes de Macri respecto de las Universidades, en las que cuestionó el crecimiento de las plantas docente y no docente, así como el incremento de la oferta académica.
Quienes vemos las aulas abarrotadas de los primeros años, quienes sabemos que hay muchas cátedras que se sostienen por el esfuerzo desmedido de algunos pocos, no podemos menos que repudiar esas declaraciones, que muestran su profundo desconocimiento de la realidad de la universidad pública y de las misiones de la educación, a la que asimila de manera autoritaria con las pautas mercantiles e industriales.
