Después de siete años y siete meses de proclamar su inocencia sin ser oído, el salteño Julio Flores, mecánico de aviones, adoptó hace treinta y seis días, en la soledad de su celda, la fatídica decisión que puso en marcha: iniciar una huelga de hambre hasta morir. Lleva días sin probar comida ni aceptar medicamentos para sus enfermedades. Para desesperación...
Leer Mas...