La lengua es dinámica. Vive. Se manifiesta en cada interacción y al hacerlo, crea figuras nuevas, voces que aparecen que antes no estaban. No se usaban. Muchas veces la lengua adquiere, adopta, importa voces de otras lenguas. Así, “placar” viene del francés (placard) y “closet” del inglés y usamos ambos para referirnos a nuestro españolísimo ropero. Paradójicamente, con el tiempo,...
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