La siguiente es una declaración de un médico italiano que desea permanecer en el anonimato por su seguridad.
Desafortunadamente, su hipótesis es tan lógica como motivo de preocupación.
No sé si saben cómo funcionan las terapias experimentales…
(recordemos que lo que están inoculando no son vacunas) ¿Saben cómo averiguan si una terapia causa daño al usuario?, pues es gracias a un “grupo de control”.
El “grupo de control” está formado por personas que no han recibido la terapia.
Es por eso que son tan implacables contra este grupo pues necesitan “vacunarlos”, porque cuanto más tiempo pasa, más los “no-vacunados” pueden actuar como “grupo de control” para demostrar el fracaso total de la “vacunación”, tanto por el número de muertos como por el número de heridos.
¿Qué les pasaría a los impulsores de la campaña si en dos años, gracias a los “no-vacunados” sanos, se supiera que quienes participaron en la experimentación masiva habían reducido su esperanza de vida a la mitad o más?
¿Se imaginan lo que le hará esto a la industria farmacéutica?
¿Y qué pasaría con la credibilidad de todos los cómplices del sistema en general, los políticos en primer lugar?
En cambio, si no existiera el “grupo de control” (los “no-vacunados”), los medios de comunicación podrán atribuir las causas a cualquier otra cosa, desde defectos genéticos familiares hasta todos los que enferman y mueren por la motivos muy variados: ‘contaminación, mala alimentación, etc. Es por eso que el “grupo de control” (todos los “no-vacunados”) debe desaparecer.
Y desafortunadamente solo hay dos formas:
1) o envenenarlos también con la terapia genética,
2) o su confinamiento en campos de concentración, que conducirá inevitablemente al exterminio de quienes no accedan a salir “vacunados”.
Difunde este mensaje porque todos deben comprender la gravedad de la situación.
La existencia de los “no-vacunados” es una gran amenaza para sus intereses.
Están acelerando el paso porque cuanto más tiempo pasa, más se dan cuenta los “vacunados” de que han sido engañados.
Cuanto más tiempo pase, más gente, incluso los “vacunados”, querrán las cabezas de los políticos.
Difunde este mensaje a quien puedas (se menciona a distintos médicos italianos):
Prof. Meluzzi, Francesco Toscano, Excmo. Luigi Paragone, F. Duranti, etc.
Antes de que sea demasiado tarde.