Ante el boicot de la Ley de Etiquetado Frontal y las amenazas de desabastecimiento por el control de precios, la candidata a diputada nacional por el FIT-U realizó esta denuncia en sus redes. Además resaltó el rol que pueden cumplir los trabajadores en estas peleas contra las empresas alimenticias.
“Las empresas aumentan los precios de los alimentos pero ¿Qué comemos?”. Así comenzó el posteo en sus redes Myriam Bregman, donde denunció la calidad los productos de las fábricas alimenticias, a partir del diálogo con trabajadores y trabajadoras de alimentación.
Además promovió la creación de comités de trabajadores de la alimentación junto a consumidores, para cuidar nuestra salud, luchar por la Ley de Etiquetado y enfrentar los chantajes de las empresas alimentarias que amenazaron con desabastecimiento si se les tocaba sus ganancias.
“Durante años he acompañado como abogada a trabajadores y trabajadoras de la alimentación. Hablando con ellas sobre los aumentos de precios, me contaban de qué estaban hechas las famosas galletitas dulces y cuál era el proceso de fabricación.
El relleno, que tanto les gusta a nuestros hijos e hijas, se compone en un 60% de azúcar y un 40% de grasa. Las tapas son elaboradas con altas cantidades de químicos mezclados con harina de sorgo que es la más barata del mercado, azúcar y grasa líquida. Una bomba sin nada de nutrientes.
A estos datos preocupantes se suma el hecho de que toda la mercadería que no se utiliza, se “recicla” en todas sus etapas de elaboración: tanto el relleno como la masa que sobran se mezclan con nuevas producciones de días después. Las tapas que ya pasaron por los hornos pero no pudieron envasarse, también se vuelven a procesar, incluso luego de semanas de estar estacionadas en contacto con la humedad y el polvo. Totalmente insalubre.”
“¿Te imaginas qué otros casos similares al de las galletitas dulces existen en las fábricas alimenticias? Son pocas las empresas que controlan la mayoría de la producción de alimentos, bebidas y productos de higiene personal. La mayoría, como Arcor, Molinos y Ledesma se oponen al control de precios y chantajean con el desabastecimiento, pero vienen aumentando sus ganancias a costa de remarcación y bajos salarios. Las necesidades elementales de alimentación de millones de personas están sometidas a sus ganancias.
Es necesaria la creación de comités de trabajadores y consumidores encargados de controlar qué se produce, con qué costos y calidad; leyes como la #LeyDeEtiquetadoYa para que sepamos qué consumimos, así como medidas de fondo hacia las empresas alimenticias que amenacen con el desabastecimiento. Estas son algunas de las medidas que propone el Frente de Izquierda para salir de la crisis social.”
