En la tabla periódica de los elementos, el número atómico del elemento de carbono es seis, el del silicio es 14 (una octava más arriba). el carbono es necesario para formar todo el ADN y el ARN, código químico de la vida tal como existe actualmente.
En este momento de la historia, estamos evolucionando muy rápidamente como especie humana. la evolución de nuestra especie, homo sapiens, da un salto cuántico a una especie inmortal con 48 cromosomas que tienen 12 líneas físicas de ADN y 10 hebras etéricas de ADN.
Nuestra tridimensional biología está siendo alquímicamente desplazada del carbono al cristal de silicio multi-dimensional.
Cuando un tronco de madera se coloca en el fuego, se quema desde abajo hasta que todo lo que queda es el elemento carbono.
Sin embargo, si un diamante es colocado en un incendio, su estructura se mantiene así que todas nuestras células deben ser transformadas a partir de carbono a silicio cristalino, para que podamos soportar la enorme cantidad de luz y de energía que está llegando al planeta.
Internamente, todas nuestras células están cambiando de una estructura orgánica a una cristalina, el prisma perfecto a través del cual la luz puede pasar para propiciar la iluminación de nuestros cuerpos, terminando de esta manera con la densidad de 3D.
No todo el mundo va a experimentar esta transformación.
Mucha gente va a elegir, a nivel del alma, pasar antes que la tierra llegue a ese momento. Otros se van porque su cuerpo no tendrá la luz que les permita sobrevivir en dimensiones superiores.
Aquellas almas, cuya decisión es de cambiar su estructura celular de base de carbono a la forma cristalina, acompañarán a la nueva terra nova, tierra en la edad de oro.
Podrán ascender sin salir de sus cuerpos
Nunca en la historia de este universo, seres han dado este gran paso evolutivo, al mismo tiempo y conscientemente.
EL 21 de diciembre del 2012, fue cuando todo el sistema solar en su conjunto llegue al término de su recorrido de 26.000 años y el sol, junto con sus planetas, se colocó en una alineación perfecta con el sol de las Pléyades (Alcione), con Sirio, Orión, el centro de la galaxia (hunab ku) y el hoyo negro allí existente.
Desde ahí se inició un nuevo recorrido galáctico, un nuevo ciclo cósmico, y un ciclo es una vuelta a través de algo; si le sumamos la palabra “ASCENSIÓN”, entonces se convierte en un ciclo ascendente, que formara una nueva espiral “hacia arriba”, un círculo que regresa a su origen, pero una octava superior más “arriba” que de aquella donde empezó.
Cada vez son más cortos los tiempos en que el ser humano evoluciona de una dimensión de conciencia a otra en los aspectos físicos, mentales, emocionales y espirituales, pero ahora no es un paso de un estado evolutivo a otro, sino que es un salto de dimensión a otro, por eso se denomina salto cuántico.
El ser humano siempre permaneció con su ADN en base al elemento carbono, en tercera dimensión, y ahora viene el cambio de su ADN al elemento silicio, o sea, la base del cristal de cuarzo, el ADN cristal; en la tabla periódica de los elementos químicos podemos ver que, entre el número atómico del elemento carbono y el del silicio, hay una diferencia de ocho, o sea, una octava más alta,
¿coincidencia? No, las coincidencias no existen, existen las causalidades, porque tiene causa y efecto.
Un salto cuántico sucede cuando el átomo sufre una modificación debida a fuerzas “externas” que lo “obligan” a mutar internamente y que, por ende, la modifican estructuralmente, cambiando su morfología hacia otros elementos.
En la filosofía mística la palabra CRISTO significa un “altísimo nivel espiritual”, un nivel que se encuentra más allá del nivel común del ser humano; llama la atención que el ADN mutara hacia el silicio, dejando de ser carbono, para que nuestros cuerpos se conviertan en luminosos.
Ese es el nuevo escalón que nos espera en la hélice de ASCENCION hacia DIOS