Internacional – Científicos exigen la retirada oficial del estudio que representa la base de las pruebas PCR por contener «9 errores científicos graves»

Un grupo de 22 científicos independientes, denominado Consorcio Internacional de Científicos en Ciencias de la Vida (ICSLS), han pedido a la revista Eurosurveillance que retire el artículo «Detección del nuevo coronavirus 2019 (2019-nCoV) por RT-PCR en tiempo real» (la base de las pruebas PCR), que se publicó en el número 25 en Enero de 2020, ya que contiene «numerosos errores técnicos y científicos». Señalan además que ni la «prueba ni el manuscrito en sí cumple con los requisitos para una publicación científica aceptable», apodaron el artículo como «ciencia defectuosa» y llamaron a sus autores «intelectualmente deshonestos».

22 científicos de renombre internacional llevaron a cabo el estudio del artículo que fue fundamental para establecer la prueba SARS-CoV-2-PCR. El estudio, en el que el profesor Drosten (virólogo asesor del gobierno alemán) desempeñó un papel clave, fue sometido a un proceso de revisión por pares independiente, llegando a un veredicto condenatorio: el estudio contiene nueve errores científicos graves y tres inexactitudes menores.

Los investigadores enviaron la solicitud para retirar el estudio a la revista Eurosurveillance el pasado viernes 27 de noviembre de 2020.

En Trikooba informamos anteriormente sobre como en una vieja entrevista a Christian Drosten, en el año 2014, el virólogo asesor del gobierno alemán aseguraba que las PCR no eran ‘adecuadas’.

Curiosamente, el propio profesor Drosten es el editor de la revista que hizo la publicación, la cual solo se sometió a un proceso de revisión el 21 de enero de 2020, y la publicó en un tiempo récord absoluto solo dos días después.

Los puntos de crítica son los siguientes:

1. El diseño de los cebadores es inadecuado: composición de base imprecisa, contenido de GC demasiado bajo, concentraciones demasiado altas en la prueba. Se muestra la única PCR (gen N) científicamente relevante, pero no se ha verificado y la OMS no recomienda su análisis.

2. La temperatura de conexión es demasiado alta, por lo que se promueve una conexión no específica, lo que significa que también se pueden registrar otras secuencias de genes distintas a las del SARS-CoV-2.

3. El número de ciclos se indica en el documento como 45, no se define un umbral hasta el cual la reacción se clasifica como genuinamente positiva para el valor CT. En general, se sabe que las pruebas de PCR de un número de ciclos superiores a 30 ya no permiten sacar conclusiones sobre la contaminación de la muestra con el virus buscado.

4. No se realizó validación biomolecular, por lo que no existe confirmación de que los amplificados sean genuinos, que realmente surjan y que la secuencia buscada también esté probada

5. No se realizaron controles positivos ni negativos con respecto a la detección de virus.

6. No se dispone de instrucciones de manipulación estandarizadas que aseguren una repetición de la prueba en los laboratorios de los usuarios en las mismas condiciones.

7. Debido a la configuración experimental imprecisa, existe el riesgo de resultados falsos positivos.

8. Dado el breve período entre la presentación y la publicación del estudio, es muy poco probable que se haya llevado a cabo un proceso de revisión por pares. Si se llevó a cabo una revisión por pares, fue inadecuada porque no se encontraron los errores identificados, incluidos los errores formales.

9. Existen conflictos de intereses masivos para al menos cuatro de los autores, además del problema de que dos de los autores (Prof. Drosten y Chantal Reusken) pertenecen al consejo editorial de Eurosurveillance. El 29 de julio de 2020 se revelaron dos conflictos de intereses: Olfert Landt es director gerente de TIB Molbiol, Marco Kaiser es investigador principal de GenExpress y asesor científico de TIB Molbiol. Estos conflictos de interés no se explicaron en la versión original del estudio, aún faltan en la versión publicada en PubMed. TIB Molbiol es la empresa que, según se informa, fue la «primera» en producir los kits de PCR (Light Mix) sobre la base del protocolo publicado en el manuscrito de Gorman-Drosten.

Además, Victor Corman y el profesor Drosten no indicaron su doble afiliación: no solo trabajan en la corporación de derecho público, sino también en el Labor Berlin Charité Vivantes GmbH; los responsables del diagnóstico del virus en laboratorios que realizan pruebas de PCR a tiempo real.

La palabra de los expertos involucrados pesa mucho, ya que han concentrado el conocimiento especializado en el campo en cuestión. Entre ellos se encuentra, por ejemplo, el exjefe de investigación de Pfizer, el Dr. Michael Yeadon, el genetista Kevin McKernan, principal iniciador del Proyecto Genoma Humano, que posee varias patentes en el campo del diagnóstico por PCR, el genetista molecular Dr. Pieter Borger, PhD, el especialista en enfermedades infecciosas y medicina preventiva Dr. Fabio Frankchi, el microbiólogo e inmunólogo Prof. emérito. Dr. Makoto Ohashi y el biólogo celular Prof.Dr. Ulrike Käm

Fuente: Trikooba

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