El Hospital Publico Materno Infantil es una sociedad del estado que funcione desde el 2009. Cuenta con 650 camas, 2000 empleados y nivel de complejidad 4 con 12 quirofanos. Alta complejidad y variedad de especialidades. Lo mas de lo mas en o que hace Salud Publica en nuestra provincia. Su gerente no es elegido por el voto de sus trabajadores, ni por el ministro, sino por decreto del Gobernador.
Pero un monstruo como este, con un gerente que no puede ser removido por ningún ministro durante todo el tiempo que el gobernador lo sostenga, se presta a confusiones e interpretaciones erróneas de lo que implica estar al mando.
Es asi que, a lo largo de la gestión Urtubey, hubo varios puntos flacos que solo llamaban la atención cuando la ineficiencia era evidente. Por ejemplo, cuando murió el niño de Izonsa por negligencia medica, falta de un tomógrafo y las charlas internas que salieron a la luz por un celular indiscreto.
Un organismo de esas características mas el corporativismo exacerbado de los médicos, dan la formula perfecta para una gran cantidad de situaciones raras que con el tiempo fueron creando un déficit inexplicable, mas aun tomando en cuenta la gran cantidad de presupuesto destinada a su administración.
Ante esta situación, casi imperceptible para la gente, pero si notoria para quienes ocupan cargos públicos, se puso en funciones al neurocirujano infantil Federico Mangione que cuenta con años dentro del hospital, sin ocupar nunca un cargo político.
A muchos no le gusto la aparición de Mangione en escena. No sabían de que lado estaba y eso les preocupaba. “Mira si nos pide participación en los negocios que venimos haciendo de forma cuidad”, dijo mas de uno.
Mangione empezó a recorrer las áreas del Hospital que ahora tenía a cargo y empezaron a saltar las “cosas raras”. Por ejemplo, la cantidad de cuartos cerrados, cuyas llaves, “nada se sabia”. Que lo tomen por tonto lo hizo enojar y fue allí cuando empezó a patear puertas.
Fueron notorias las llamadas de sus asistentes al despacho de la entonces Ministra Medrano para preguntar porque no le habían llegado las camas, colchones y respiradores que se mandaban pr cuenta de la campaña covid19. Y mas llamativa la respuesta de las secretarias que le explica que todo había ido a parar un cuarto con llave, “para que este más seguro”.
Pasó lo mismo con cajas completas de medicamentos, reactivos para PCR e insumos varios.
Mangione, que está en modalidad de “destape de olla”, llega muy temprano y se va muy tarde para lograr desbaratar cuanto negocio pueda quedar en pie. Aunque un minimo descuido abre una nueva posibilidad.
Al llegar a la gerencia tuvo la idea de conseguir máquinas de coser para hacer la indumentaria de trabajo dentro del mismo hospital, pero no había pasado un mes del inicio del emprendimiento cuando se empezó a notar que las telas que se compraban “nunca alcanzaban”. Otro negocio que pudo continuar.
El misterio del cartel afuera, que cuenta con 10 años de antigüedad y todas las habilitaciones municipales correspondientes, pero nadie sabía dónde iba a parar el monto que se cobraba como alquiler a empresas de propiedad del entonces gerente administrativo.
Ser juez y parte es moneda corriente en este organismo.
Sin contar con los inequiparables sueldos por cualquier otro hospital, donde un anestesiólogo llega a cobrar 800 mil pesos mensuales debido a que trabaja 22 horas diarias en días normales y llega a trabajar 27 en los días en que sus servicios son indispensables. Unos mártires del trabajo realmente.
Ni el servicio de remis contratado por el hospital para “casos especiales” se salva, fue al propio gerente que se le dijo que firme la boleta en blanco, que “ya la lleganaran después cuando tengan que hacer algún servicio especial”. De esos que no pueda figurar en los balances del hospital, como buscar a la amante de alguien para llevarla al encuentro, por ejemplo.
Todo turbio. Nada legal
Fuente: Cuarto Poder