Por: Federico Nazar
En agosto Hugo Sigman, el illuminati argento imitador de Bill Gates, inició la producción de 200 millones de vacunas, sin siquiera la fase III de pruebas clínicas de seguridad, ni aclararse por qué dos personas terminaron en silla de ruedas (ahora un muerto). La inventora no quiso contestar si podía traer infertilidad, y ese tema no fue incluido en los cuestionarios de seguridad.
Es obvio que Sigman no va a tirar esos millones de dólares a la basura: ya tenía a los políticos en su bolsillo.
La prueba fue la ley VacuNazi de 2018 (obligatoria hasta para adultos, bajo pena de perder registro, DNI, pasaporte, ART y no poder viajar, trabajar o estudiar) y hoy 29/10/20 la de vacunación con este veneno, dando inmunidad a la empresa contra juicios por daños y además impidiendo conocer los componentes de la vacuna. Voto cantado: la compra de la vacuna ya había sido aprobada estaba en el presupuesto antes de la votación.
Ya tenemos la vacuna perfecta, 100% segura, casi gratis, y que elimina el problema COVID para siempre:
Los ministros de salud de la Nación, CABA y Buenos Aires recibieron la explicación en persona y los estudios mano, en Mayo, cuando había sólo 1000 muertos: lo cajonearon.
¡Se podría haber evitado las siguientes 29.000 muertes!
Una persona del ministerio llamó al Dr. Carvallo para que no difundiera los resultados bajo amenaza. Ahora van por el Dr. Hirsch.
Difundir la ivermectina es salvar vidas. Dios pedirá cuentas de todas esas vidas, por no difundir *TODO LO POSIBLE*.
