Fue una de las ejecuciones más crueles de la historia. El asesinato de José Gabriel Condor Canqui – Tupac Amaru.
Condor Canqui, encabezó el mayor movimiento de corte indigenista e independentista en los tiempos del Virreinato bajo la Corona de España. Fue el primero en pedir la libertad de toda Hispanoamérica de cualquier dependencia, tanto de España como de su monarca, implicando esto no sólo la mera separación política sino la eliminación de diversas formas de explotación indígena (mita minera, reparto de mercancías, obrajes), de los corregimientos, alcabalas y aduanas (14 de noviembre de 1780). Además, decretó la abolición de la esclavitud negra por primera vez en la misma Hispanoamérica (16 de noviembre de 1780). Su movimiento constituyó un «parteaguas», debido al cual las autoridades coloniales eliminaron a la ya escasa clase indígena noble y acrecentaron la represión contra lo andino por el temor de que algo así se repitiese.
Cuando el visitador José Antonio de Areche, autoridad del interrogatorio y ejecución enviado por el rey Carlos III de España, entró intempestivamente al calabozo para exigirle, a cambio de promesas, los nombres de los cómplices de la rebelión, Túpac Amaru II le contestó:
«Solamente tú y yo somos culpables, tú por oprimir a mi pueblo, y yo por tratar de libertarlo de semejante tiranía. Ambos merecemos la muerte».
El 18 de mayo de 1781, en acto público en la Plaza de Armas de Cuzco, se cumplió la ejecución de Túpac Amaru II, su familia y sus seguidores. Los prisioneros fueron sacados de sus calabozos, metidos en zurrones (un tipo de costal) y arrastrados por caballos todos a la vez, uno tras otro, hasta llegar a la plaza. Ya al pie del cadalso, Túpac Amaru II fue obligado, tal y como señalaba la sentencia, a presenciar la tortura y ejecución de sus aliados y amigos, su tío, sus dos hijos mayores y finalmente su esposa, en ese orden.
Después, al igual que hicieron con varios de sus lugartenientes, con su tío y su hijo mayor, le cortaron la lengua .
Luego se intentó descuartizarlo vivo, atando cada una de sus extremidades a caballos para que estos tirasen de aquellas y las arrancaran.
Al ser la acción infructuosa sus verdugos optaron por decapitarlo y posteriormente despedazarlo. Su cabeza fue colocada en una lanza exhibida en Cuzco y Tinta, sus brazos en Tungasuca y Carabaya, y sus piernas en Livitaca (actual provincia de Chumbivilcas) y en Santa Rosa (actual provincia de Melgar, Puno). De igual forma despedazaron los cuerpos de su familia y seguidores, y los enviaron a otros pueblos y ciudades. Todo ello descrito en el documento español Distribución de los cuerpos, o sus partes, de los nueve reos principales de la rebelión, ajusticiados en la plaza de Cuzco, el 18 de mayo de 1781.
No se conoce otra historia de tanta crueldad y salvajismo de un coloniaje o conquista tan dura donde no somos descuatrizaron a un máximo representante de los Pueblos Originarios, no solo eso, sino dieron muerte a la sabiduría de América, la lengua, los cultivos originarios, sus puentes, los canales de riego, en definitiva dieron muerte a una cultura, a una forma de vida armoniosa con el cosmos.
El hijo menor de Condorcanqui, Fernando, al ser un niño de 10 años, no fue ejecutado, mas se le obligó a presenciar el suplicio y muerte de toda su familia (incluyendo las patadas y pena de garrote a la madre así como el descuartizamiento del padre) y a pasar por debajo de la horca de los ejecutados, para luego ser desterrado a África con órdenes de prisión perpetua. No obstante el navío zozobró y acabó en Cádiz, siendo encarcelado en las mazmorras de dicha ciudad (el virrey Agustín de Jáuregui sugirió que no fuera enviado a África sino a España por temor a que alguna potencia enemiga lo rescatara). Falleció en España en 1798.
Esta breve crónica, es para que tengamos presente cual es nuestra historia , cual es la historia cruel de los pueblos indígenas.
Luego de estas muertes y condenas fatales, los Originarios no doblegaron en seguir luchando contra el invasor, hasta que un día aparecen dando la razón en muchos mestizos y criollos (mezcla e hijos de los españoles nacidos en América) y proclamaron la revolución por la libertad e Independencia en largas discusiones como la Semana de Mayo y una vez más el Grito de Libertad del 25 de Mayo de 1810, con JM Castelli, M Moreno, M Belgrano. A partir de 1812 comienza otra historia cuando regresa de España un Mestizo que consideró hermanos a las Comunidades Originarias que fue José de San Martín, con Belgrano, Güemes y muchos más hicieron la alianza para combatir contra los Españoles y la promesa de que las tierras eran para las Comunidades Indígenas y también la representación en todos los ámbitos y así nacer los Países Independientes. Lamentamos que este tiempo aún no haya llegado hasta estos tiempos, más luego de formar los Estados, se siga con la persecución y el despojo de la Comunidades Originarias.
