A última hora del 26 de febrero se firmó un acuerdo ruinoso para la docencia. Se incrementa el básico un 8% con el sueldo de febrero, y luego solo queda la promesa de seguir discutiendo la semana que viene. Recién en abril, se agrega al salario de bolsillo los $1.210 en negro de la fraudulenta paritaria nacional. Se convalida además la eliminación de la cláusula gatillo.
Los funcionarios dijeron, sin ponerse colorados de vergüenza, que no correspondía una recuperación salarial porque los docentes le habríamos empatado a la inflación durante los últimos años. Esto es falso de toda falsedad, ya que el año pasado perdimos un 12% de poder adquisitivo, y el anterior un 16%.
Mientras pretenden que los docentes empecemos normalmente las clases, bajo la promesa de que la negociación sigue abierta, desde el gobierno de Gustavo Sáenz aseguran que la provincia no tiene un peso más y que cualquier otra mejora adicional debería ser con fondos nacionales. Pero fue justamente Alberto Fernández, junto a todos los gobiernos provinciales, quien acaba de dar la señal de largada de este ataque al salario docente (como antes hizo con las jubilaciones) como garantía del repago de la deuda fraudulenta a los usureros internacionales y al FMI.
Ningún gremio ha realizado asambleas. El arreglo es a espaldas de la docencia, sin mandato alguno. El gobierno, por su parte, se niega a reunirse con los delegados de la asamblea autoconvocada, que fue la dirección exclusiva de la huelga del segundo semestre del año pasado que conquistó la cláusula gatillo y las titularizaciones, entre otras reivindicaciones centrales. En ese momento, los gremios que ahora arreglaron con Sáenz intentaron, sin éxito, sabotear aquella huelga.
Defendemos la asamblea provincial para ir al plan de lucha a imponer nuestros reclamos
El sábado se reunirá la asamblea provincial en la localidad de Metán. Será una instancia fundamental, mientras en las escuelas crece la deliberación y el descontento con este acuerdo miserable e inconsulto.
El gobierno apuesta a una división de los autoconvocados apoyándose en sectores como el de Patricia Caliba, que se lanzó a armar una asamblea trucha de “delegados” en la capital aprovechando la proscripción de las agrupaciones y delegados que jugaron un papel en la última huelga.
Nuestro esfuerzo desde Tribuna Docente es defender la asamblea, y su autonomía con respecto al gobierno. Frente la paritaria nacional trucha exigimos $40.000 de básico para los docentes de todo el país. Planteamos la recuperación de la caída del salario en los últimos años (las asambleas por departamentos votaron exigir el 50%) y la cláusula gatillo de ajuste mensual por inflación.
Defender el método de la asamblea docente es esencial porque es la vía para superar a todas las direcciones burocráticas y unir a todos los trabajadores en una causa común, ya que además el salario docente funciona como testigo para todas las paritarias estatales.
Fuente: Prensa Obrera
