Cristina Kirchner pidió ir a juicio oral en la causa donde se la acusó de ser “Jefa de una asociación ilícita y de haber defraudado al Estado al no velar por sus intereses y favorecer “al amigo presidencial”, es decir a Lázaro Báez, quien recibió 52 contratos de obra pública vial por $ 46.000 millones durante los gobiernos kirchneristas. En un breve escrito que presentó ayer su abogado, Carlos Beraldi, no se opuso a ir a juicio y señaló que allí se defenderá “de un trámite tan alejado de la verdad”.
La imagen del juicio que se avizora cada vez más cercano, mostrará al Tribunal Oral Federal frente a veinte personas procesadas en esta cusa. Todos acusados de ser partícipes de una misma maniobra, con diversas responsabilidades, que tuvo un único fin para los fiscales: “Convertir al amigo presidencial en el principal empresario de la obra pública en Santa Cruz“.
Después que los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques solicitaron al juez Julián Ercolini que eleve a juicio oral la causa que investiga el direccionamiento de la obra publica a favor de Lázaro Báez, se procedió a correr vista a las partes para que se opongan o no a que la investigación llegue a dicha instancia.
En un escrito de tres páginas, el abogado de Cristina manifestó que no se oponen, en parte porque “la instancia oral ya se encuentra definida”. De todos modos, consideró que el requerimiento de los fiscales y las querellas (Oficina Anticorrupción y Unidad de Información Financiera), “encierran y consolidan aún más todos los vicios y arbitrariedades que fueron puntualizados por mi parte a través de las presentaciones”, que se hicieron en la causa.
La defensa de la ex presidenta reiteró que se trata de una causa plagada de “arbitrariedades”, y eligió la instancia de juicio oral y público para defenderse.
Así, en el escrito al que accedió Clarín, la defensa de Cristina planteó: “Si bien el papel resiste cualquier cosa, la oralidad y la publicidad propias de una audiencia de debate habrán de tornar sumamente dificultoso que se pueda mantener un trámite procesal tan alejado de la verdad y de los principios que informan el Estado de Derecho”.