Con gran pesar recibí la noticia del fallecimiento del profesor Daniel Córdoba, persona a la cual conocí y he respetado, sobretodo, por su labor docente y por haber sido el compañero de chicos que abrazaron el estudio como un modo de superación.
Ha sido un ejemplo en formación docente y dedicación al trabajo.
Los frutos de su labor incansable están esparcidos por todo el mundo a través de personas de bien.
La docencia en Salta está de luto y, sin lugar a dudas, los docentes deben imitar su tarea para que las generaciones futuras puedan seguir creciendo en conocimientos y prestigio para la comunidad.
Lamento su partida, Profesor.
Carlos Zapata
