¿Quién mató a Jimena Salas?

Hace dos años, Nicolás volvía de trabajar en el centro de la ciudad hacia Vaqueros, a 11 km, para almorzar con su esposa y sus dos hijas que lo esperaban en su casa. Cuando ingresó creyó que sus ojos lo engañaban: en un charco de sangre yacía muerta su esposa Jimena Salas. Sus hijas no estaban allí.

Pasaron algunos minutos hasta que escuchó a las dos pequeñas mellizas que estaban encerradas en el baño. Estaban bien, sanas y con vida, pero acababan de perder a su mamá.

Nicolás llamó al 911 y a sus allegados y esperó a la Policía y al Cuerpo de Investigaciones Fiscales. “Les puedo asegurar que es una escena muy violenta”, dijo el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix luego de inspeccionar la casa de familia. La mujer había sido cruelmente asesinada con un arma blanca y hasta hoy no se encontró.

¿Quién mató a Jimena Salas?

No hubo robo. No se llevaron dinero de su cartera ni de otro lugar, tampoco la computadora que estaba a la vista. El celular de Jimena fue el único objeto que los asesinos se llevaron de su casa aquel mediodía del 27 de enero, en la casa de barrio San Nicolás.

Los asesinos, porque a dos años se sospecha de dos personas, se percataron de que la mujer había tomado una fotografía del perro que sostenía uno de los hombres y por esto el teléfono fue destrozado en el interior de la vivienda y descartado en inmediaciones al destacamento policial de Vaqueros, de acuerdo a lo que reveló la investigación y dio a conocer LA GACETA en su momento.

Hace dos años, Nicolás volvía de trabajar en el centro de la ciudad hacia Vaqueros, a 11 km, para almorzar con su esposa y sus dos hijas que lo esperaban en su casa. Cuando ingresó creyó que sus ojos lo engañaban: en un charco de sangre yacía muerta su esposa Jimena Salas. Sus hijas no estaban allí.

A dos años de su muerte: surgen nuevas líneas de investigación en el caso Jimena Salas

Pasaron algunos minutos hasta que escuchó a las dos pequeñas mellizas que estaban encerradas en el baño. Estaban bien, sanas y con vida, pero acababan de perder a su mamá.

Días atrás comenzó a circular la pregunta “¿Quién mató a Jimena Salas?” en Twitter, a modo de hashtag y recordatorio para la Justicia que a dos años, no pudo dar con el paradero del asesino.

Nicolás llamó al 911 y a sus allegados y esperó a la Policía y al Cuerpo de Investigaciones Fiscales. “Les puedo asegurar que es una escena muy violenta”, dijo el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix luego de inspeccionar la casa de familia. La mujer había sido cruelmente asesinada con un arma blanca y hasta hoy no se encontró.

El teléfono estaba destrozado, durante meses se pensó que no se iba a poder recuperar ni un dato hasta que, especialistas de Buenos Aires, utilizaron la técnica del “chip off” que permitió recuperar los datos almacenados en el celular de la víctima.

Se recurrió a una empresa de Taiwán que permitió leer la información. De allí surgió la última foto que tomó Jimena antes de ser asesinada: un perro Caniche Toy que los agresores usaron para engañarla diciéndole que estaba perdido por el barrio. Según su esposo, la víctima tenía una fuerte debilidad y amor por los perros.

Los fiscales determinaron que la víctima tomó la fotografía para difundirla y de esa manera colaborar con la supuesta búsqueda de los dueños del perro.

En algún momento, la maniobra de los asaltantes se fue de las manos.

¿Un engaño?

Además de la última foto recuperada del celular de Jimena Salas y el testimonio de los vecinos de Vaqueros, en la escena del crimen los peritos encontraron perfiles genéticos masculinos. Es por esto que los fiscales siempre argumentaron que buscaban a dos hombres a pesar de difundir el identikit de solo uno de ellos. Con la última información obtenida se configuró el perfil del segundo asesino.

Se cree que los asesinos lograron ingresar a la casa de Jimena con la excusa de buscar al dueño del perro al cual ella le tomó la fotografía. Una vez dentro, intentaron asaltarla y ella, con sus hijas dentro, intentó defenderse.

Jimena vio las caras de sus asesinos, el animal que usaban para engañar y hasta se cree que los vehículos que tenían para desplazarse. Entonces los hombres la asesinaron de más de 40 puñaladas.

De acuerdo al relato de vecinos que días antes fueron visitados por los agresores de Jimena con la misma excusa los hombres se desplazaban en un Peugeot 206 de color negro, con vidrios polarizados. También usaban un VW Bora o Vento color marrón Dakar.

 

 

 

Fuente:  La Gaceta

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