La decisión de China de bloquear la importación de unas 69.000 toneladas de soja proveniente de Brasil por presuntos problemas sanitarios generó fuerte impacto en el mercado internacional y abrió interrogantes sobre un posible mayor protagonismo de la Argentina en el comercio con el gigante asiático.
El freno a los cargamentos brasileños se dio tras detectar supuesta contaminación en un envío, mientras circulan versiones de que China habría reforzado sus compras de soja a Estados Unidos para cubrir parte de la demanda. Este escenario reconfigura el tablero global y eleva la incertidumbre sobre los precios y el abastecimiento.
Especialistas del sector señalaron que el país asiático endureció los controles de calidad sobre los granos importados, lo que pone bajo presión a Brasil y obliga a otros exportadores a extremar estándares. En ese contexto, la Argentina aparece como una alternativa con posibilidades de ganar participación, especialmente en subproductos como la harina de soja.
No obstante, analistas advirtieron que gran parte del saldo exportable argentino ya fue comprometido, por lo que el margen para aprovechar esta coyuntura sería limitado en el corto plazo. Mientras tanto, el mercado sigue atento a la confirmación de compras chinas a Estados Unidos y a la evolución de las restricciones sobre Brasil, factores que podrían influir en los precios internacionales en las próximas semanas.
